La Torre de Los Alumbres, una construcción defensiva levantada en el siglo XVI en el corazón del parque natural Cabo de Gata-Níjar y uno de los ejemplos más claros de la pasividad de las distintas administraciones, ha sido el escenario elegido por la Coordinadora de las Asociaciones de los Pueblos de Cabo de Gata para presentarse a la sociedad almeriense.
En una cadena humana, el pasado sábado, residentes y visitantes, mano con mano, hasta doscientas personas han unido sus voces y defendido la unión de todas en un proyecto colectivo de supervivencia del entorno medioambiental y de las personas que en él habitan.
Representantes de asociaciones vecinales de Las Hortichuelas, Rodalquilar, Las Presillas Bajas, La Isleta del Moro, Las Negras, San José y Agua Amarga, con el apoyo y presencia de Amigos del Parque, inician una senda activista por dar soluciones a los problemas comunes de las poblaciones costeras.
Así, este fin de semana, ha despertado la movilización ciudadana de los pueblos del Cabo de Gata, que según han manifestado su ciudadanía, están sumidos en el olvido y el abandono por parte del Ayuntamiento de Nijar desde hace muchos años a la hora de atender las necesidades de los núcleos de población costeros.
BIC en ruinas
Conocida también como Castillo de la Ermita o Castillo de Rodalquilar, la Torre de los Alumbres se construyó en 1509, por orden de Francisco de Vargas, para la defensa de la mina de alumbres de Rodalquilar, ante los numerosos ataques de piratas berberiscos. Junto con ella se construyó otra torre hecha de tapial, que desapareció en el siglo XVIII. Por abandono y falta de conservación se mantiene en un estado casi ruinoso.
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