Los menores de los centros de protección y acogida de El Valle y Los Cármenes de Purchena han sido los protagonistas de Una línea en el horizonte una obra de teatro que consiguió el cartel de no hay entradas en el espacio escénico de esta localidad.
Se trata de una representación que persigue la sensibilización de las violencias machistas, la desigualdad y el racismo dirigido por Antonio Lucas. Esta actividad ha contado con el respaldo y la colaboración de la Delegación territorial de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación, el Ayuntamiento de Purchena y la Federación de Mujeres del Almanzora, con el objetivo de concienciar a la población de la situación de estos menores no acompañados.
La obra cuenta la historia de un grupo de chicas menores que residen en un centro, basada en la cotidianidad de su vida diaria y entremezcladas con sus sueños y frustraciones. La acción comienza cuando conocen el posible cierre por motivos económicos y deciden actuar para que no las separen de nuevo. Todo un reto para 20 adolescentes con dificultades con el idioma, que nunca se habían subido al escenario. Un drama musical que habla de superación, de amistad de miedo al futuro que nos acerca a problemas reales como las violencias que sufren las menores de origen extranjero ante la feroz demanda del sistema de explotación sexual de las mujeres. Una obra que profundiza en la inmigración, la pobreza, el racismo y la trata de seres humanos que y que funciona como una ventana para descubrir el trabajo de los centros de menores, que gestiona la Asociación InterProde y comprobar que son fundamentales para proteger a estas chicas y chicos.
A la inauguración han asistido el delegado territorial de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación, Rafael Pasamontes, el alcalde de Purchena, Juan Miguel Tortosa Conchillo, y la presidenta de la Federación de Mujeres del Almanzora (Femaxi), Remedios Serrano, quienes destacaron la importancia de la colaboración institucional para preservar los recursos públicos que proporcionan a los menores protección y herramientas para que puedan tener una vida digna y desarrollar proyectos pioneros de concienciación y formación como este, sin olvidar los puestos de trabajo que se generan, fundamentales para mantener o incluso aumentar la población en los municipios más pequeños, como el caso de Purchena.