Desde 2008, cada viernes anterior al equinoccio de primavera se celebra el Día Mundial del Sueño, que este año tiene lugar el viernes 19 de marzo, bajo el lema Sueño regular, futuro saludable.
El sueño es una necesidad biológica de nuestro organismo que contribuye a restablecer funciones físicas y cognitivas, con gran relevancia en la salud pública.
En la actualidad existen hasta cien tipos de trastornos del sueño diferentes, de origen muy variado, que pueden provocar fallos de memoria, aumentar el riesgo de sufrir accidentes, aparecer como efecto o consecuencia de ciertas enfermedades o, incluso, constituir un factor de riesgo de determinados trastornos neurológicos –como ictus, párkinson o alzhéimer–u otras enfermedades como la diabetes.
De hecho, la Organización Mundial de la Salud considera que no dormir lo necesario constituye ya una epidemia mundial. Las horas de sueño diarias varían a lo largo de la vida, entre las 17 horas de un recién nacido y las menos de 7 horas que suelen dormir los mayores de 65 años.
Según la Sociedad Española de Neurología, aproximadamente el 10% de la población de España –al menos 4 millones de personas– sufre algún trastorno crónico y grave del sueño.
Este dato se eleva hasta una horquilla entre el 20% y el 48% si nos referimos a adultos con problemas para iniciar o mantener el sueño. Además, se estima que su prevalencia e impacto sociosanitario se ha incrementado como un efecto derivado de la imperante pandemia de COVID-19.
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Un comentario
De hecho, como han habido tantas rupturas, muchos de esos trastornos derivan en sueños y pesadillas con las ex parejas, tal y como señalo en el hilo del enlace a mundopsicologos que encontré navegando.