La Asociación Juvenil Lantia, una organización de jóvenes presente en Almería que trabaja por la formación en valores y la justicia social, ha denunciado por tercer año consecutivo el cierre parcial de la Biblioteca Francisco Villaespesa que la Junta de Andalucía gestiona en la Capital.
Dicho cierre, que lleva produciéndose desde 2011 entre la primera quincena de junio y la segunda de septiembre, supone una reducción semanal de 40 horas en su horario habitual de atención al público. Un cierre que afecta a todos sus servicios y que, según Lantia, no pueden ser cubiertos por ninguna otra institución o servicio existente en la capital debido a las características de los mismos.
La entidad, que el pasado año reclamó la intervención de la Oficina del Defensor del Pueblo Andaluz, denuncia este año además que el cierre desoye a esta Institución, que el pasado mes de agosto solicitó a la Delegación Territorial de Cultura, Turismo y Deporte que abriese al menos una tarde a la semana, propuesta que la Consejería se comprometió a estudiar en octubre de 2016 y de la que, hasta la fecha, no se tiene respuesta.
En palabras de Juande Gómez, presidente de Lantia, “la Junta de Andalucía ya admitió el año pasado que el cierre venía motivado por motivos presupuestarios, y no por el descenso del número de usuarios; estos recortes son incompatibles con la defensa de una educación pública y de calidad, ya que no hay forma más básica de defenderla que proporcionar al estudiantado equipamientos y servicios para que puedan desempeñar su labor”.
“No podemos dar por hecho que todas las personas cuentan en sus casas con espacios adecuados para el estudio, así como con medios técnicos y documentales para el mismo, por lo que entendemos que esta privación de acceso a los servicios durante la mayor parte del día choca frontalmente con el artículo 26 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que garantiza el derecho a la educación y la gratuidad de la misma” afirmaba el presidente de Lantia.
La asociación anima ahora a las personas afectadas por este cierre parcial a presentar reclamaciones en la biblioteca como ya hicieron hace dos años. “Nos parece un insulto que después de siete años tengamos que seguir reclamando esto, pero no dejaremos de alzar la voz ante los recortes en educación y cultura pasen los años que pasen” concluían.
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