La comunidad senegalesa y organizaciones sociales han iniciado una colecta para obtener el dinero necesario para repatriar el cuerpo de Maguette Fall, el joven senegalés cuyo cadáver fue encontrado el 22 de febrero flotando en la playa de El Zapillo en la capital almeriense, trece días después de que hubiera desaparecido tratando de huir de la Policía.
La recolecta del dinero se ponía en marcha días después que ser descubierto el cadáver de Maguette Fall, conocido como Max. Hasta el momento la familia ha recaudado alrededor de 2.500 euros, la mitad del dinero que supone el traslado del cuerpo hasta Senegal, presupuestado por la funeraria en 5000 euros.
Los familiares y amigos de Max han habilitado la cuenta bancaria en Cajamar 3058 0990 21 2709181303, a nombre de Elisa de Diego, miembro de la APDHA, para las personas que quieran apoyar la causa.
La Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA) señala que han sido muchos los españoles que han realizado una aportación, pero que ha sido especialmente notable el «importante esfuerzo de la comunidad senegalesa de casi todo el territorio español en tiempos de crisis, lo que significa un indicador de solidaridad y de integración».
El cuerpo sin vida del joven senegalés de 29 años apareció flotando en el mar junto a la playa de El Zapillo de la capital almeriense el 22 de febrero, después de que desapareciera durante la madrugada del día 11 cuando huía de unos agentes que le pidieron la documentación.
La muerte de Max, que a juicio de la familia se produjo en extrañas circunstancias, provocó al día siguiente la protesta de cerca de medio centenar de personas que se concentraron frente al Instituto de Medicina Legal (IML), donde se le estaba practicando la autopsia, a la espera de poder ver el cuerpo del fallecido.
Los altercados generados frente a la Ciudad de la Justicia de Almería, en los que hubo un corte del tráfico y la quema de contenedores, obligaron a la intervención de agentes antidisturbios de la Policía Nacional que días después detenían a dos compatriotas del fallecido por su implicación en los disturbios.