Si a usted alguna vez se le ha caído una prenda al patio de abajo a la hora de tender la colada, que sepa que puede evitarlo gracias al invento de Pedro González Viudez, un huercalense de 35 años que ha inventado el Salvarop, una malla anticaída de ropa que se acopla a todos los tendederos extensibles. Este almeriense asegura que su invento es la solución para que no se te caiga la ropa al patio de luces, a la vez que afirma que es una manera de ayudar a combatir el cambio climático, ya que gracias a su invento se utilizará menos la secadora.
-¿Qué es el Salvarop?
– El Salvarop es una malla anticaída de ropa que se acopla a los tendederos extensibles que son muy comunes en los patios de luces de los distintos bloques de pisos. Esta malla viene a dar solución al habitual incordio que supone cuando, a veces, tendemos la ropa y pierdes las pinzas o la ropa y las prendas delicadas, pequeñas, íntimas o de bebé se caen al patio de vecinos.
-¿Cómo se le ocurrió esta idea?
-El origen de la idea fue porque a mí también se me cayó la ropa. Cuando me mudé de piso, me compré mi tendedero y en la primera colada al ir a tender se me cayó una prenda íntima al vecino de abajo, que, eso sí, me sirvió para conocerlo, puesto que fui a buscarla, pero con la vergüenza que me supuso el tener que pedir una prenda íntima a un vecino al que no conocía de nada. Fue entonces cuando pensé que tenía que comprar algo que me solucionara este problema.
-Supongo que después de buscar y buscar se dio cuenta de que no existía ese producto que le solucionara ese problema…
-Pues sí. A partir de ahí empecé a investigar. Además vi en Internet en las diferentes páginas de patentes y marcas que no había nada registrado al respecto, que no había nada de este tipo ni en el mercado nacional ni en el internacional y fue cuando decidí crear algo sencillo y que pudiera dar solución a la caída de ropa de los tendederos. Empecé con unas soluciones muy complejas, muy pesadas y que si salían al mercado eran muy costosas y que no me funcionaban bien. De hecho empecé con una malla de pescar que no funcionó. Del prototipo uno hasta la versión actual han pasado muchas horas de diseño. En la actualidad he conseguido un sistema universal que se acopla sobre cualquier modelo de tendedero extensible y que es perfectamente estándar y muy fácil de utilizar. De hecho, es verdad que la persona que tiende lo hace con una tranquilidad mucho mayor.
-¿Cómo llegó usted a dar con este producto final? ¿Cuál fue el proceso?
-Encontrar el material no fue fácil. Mi sector no es el textil y no sabía realmente qué iba a ser útil y duradero, por lo que decidí asesorarme a través de un laboratorio –Itex- que está en Alcoy y que es especialista en la investigación textil. Contacté con ellos y me asesoraron acerca de la fibra que pudiera dar un mejor resultado y una mayor duración teniendo en cuenta que esta malla va estar en contacto con el exterior. Finalmente me recomendaron el poliéster que es el componente del que está hecha esta malla, de modo que durante muchos años no dará ningún problema.
-¿Ya ha empezado a comercializarlos?
-Sí. Lo tenemos ya a la venta en Internet, en nuestra página web, que es www.salvarop.es. Ya está a la venta en los cuatro anchos estándar de los tendederos, que son 80, 100, 120 y 140 centímetros. Son las medidas habituales de tendederos. Desde la página web vendemos directamente a profesionales y a particulares.
-¿Cuál es el precio?
-Al haber cuatro medidas, hay cuatro precios diferentes. Lo que es el Salvarop en sí, lo que es sólo la malla, tiene un precio medio de 35 euros, mientras que el kit completo tiene un precio medio de 60 euros. Solamente vendemos el tendedero en aluminio para que vaya en consonancia con la buena calidad de la malla. El tendedero de aluminio frente al de hierro tiene una durabilidad mucho mayor, su oxidación es mucho más lenta, no se mancha la ropa en las esquinas donde aparecen los puntos de oxido del hierro, etcétera.
-¿El Salvarop es sólo para los tendederos de acordeón, verdad?
-De momento sí, aunque próximamente tengo pensado sacar al mercado el Salvarop que también sea estándar para los tendederos de cuerda y un toldo para la ropa, para los días de lluvia.
-¿La venta del Salvarop es sólo por Internet?
-De momento, sólo por Internet, pero cualquier ferretería, si lo desea, puede ser un punto de distribución. Tan sólo tiene que contactar con nosotros si alguien no se fía de comprar por Internet. Puede acudir a su ferretero y decirle que existe Salvarop ,que entre en su página web, www.salvarop.es y allí nosotros ya atendemos a los profesionales con un trato acorde a cómo trabajan las ferreterías y estos puntos de venta.
-¿Cuántas unidades ha vendido ya?
-Pues, de momento, sólo 12 unidades. Empecé a comercializarlas hace 4 semanas y ya sabe usted que este artículo no es que se regale mucho en Navidad, por ejemplo.
-¿Cuándo se planteó este proyecto hizo una estimación de qué porcentaje de ropa se cae a los patios de luces?
-La verdad es que desconozco el dato. Lo que sí le puedo decir es que por mi experiencia personal, ya que mi casa, en este caso, es mi propio laboratorio, se me cae un porcentaje de prendas muy bajo pero cuando caen me fastidia mucho. De hecho, fíjese, la semana pasada puse una lavadora y cuando fui a tender me di cuenta de que no tenía pinzas y que tenía que comprarlas. Con el Salvarop eso no pasa porque las pinzas se caen en la malla y no hace falta, por lo tanto, tener que comprar más. Además en varias ocasiones se me han caído camisas que valían más que el propio tendedero. En mi caso lo he podido recuperar pero en otros casos no se puede.
-¿Qué metas persigue usted con este invento?
– Pues a nivel de realización personal el hecho de crear una empresa y que funcione tanto en el ámbito nacional como europeo sería tremendo. Siempre he querido ser empresario y esta vez la oportunidad se me presenta bajo el sello de una patente a mi nombre porque lo he inventado yo. No obstante me cuesta comprender por qué la arquitectura moderna y la sociedad en las comunidades de vecinos hacen que el hecho de tender al aire libre esté prohibido o que directamente no haya posibilidad física porque la propia construcción lo impida. Parece mentira que viviendo en un país del sur de Europa tengamos que pagar para secar la ropa. Es ilógico.
-De hecho su invento contribuye en cierta manera a combatir el cambio climático porque apuesta por secar al aire libre y no utilizar las secadoras…
-Pues sí. Ahora mismo el consumo de las secadoras representa el 4 por ciento del consumo total de los hogares españoles y eso es muchísimo dinero. Nos han colado un electrodoméstico con el que estamos gastando en masa. Le daré otro dato, el 28 por ciento de los hogares españoles dispone de secadora, es decir, que proporcionalmente la contribución de las secadoras al cambio climático dentro del hogar es muy significativa. No pasa nada por si de vez en cuando secamos la ropa en secadora pero sí pasa si lo hacemos todos los días. Comprendo que la ropa tendida al exterior puede devaluar la imagen de un edificio y eso es contraproducente para los propietarios, para el barrio o para la propia ciudad, no es de buen ver, pero en un patio de luces que es un lugar interno en el edificio no ocurre nada y no entiendo por qué no se permite que se pueda secar la ropa al aire libre. Además muchas personas optan por tender su ropa dentro de casa, un aspecto que según varios estudios a los que hemos consultado y que se pueden ver en nuestra página de Facebook, deja bien a las claras que la acumulación de humedades derivada del secado de ropa en el interior de la vivienda provoca moho perjudicial para la salud. Entonces yo me pregunto por qué aniquilar las buenas costumbres. Por eso es bueno el Salvarop porque las prendas no sólo no se caen y se secan perfectamente porque es malla, sino que también se disimulan y no molesta a nadie porque la visión de un patio de luces no es negativa.