El 69,6% de los universitarios andaluces, es decir, algo más de dos de cada tres estudiantes, se encuentran trabajando y afiliados a la Seguridad Social a los cuatro años de finalizar sus estudios. Así se recoge en el estudio de Inserción de los Egresados en Universidades Públicas de Andalucía elaborado por el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (IECA), dependiente de la Consejería de Transformación Económica, Industria, Conocimiento y Universidades. Para ello se ha tomado como referencia la promoción que egresó en el curso académico 2016-2017 y que, por tanto, en 2021 ya había completado los cuatro años de experiencia laboral.
Este mismo informe también revela que las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC), las Ciencias de la Salud y Servicios Sociales, y las Ingenierías son las especialidades con mayores salidas laborales.
Este estudio del IECA aporta información detallada sobre ese salto de la educación universitaria al mercado laboral desde el curso académico 2011-2012 hasta el 2019-2020 –nueve promociones- y durante un periodo de seguimiento que abarca desde el primer año tras culminar los estudios hasta los cuatro posteriores a la finalización de las titulaciones (grado, máster y doctorado).
La Consejería de Transformación Económica, Industria, Conocimiento y Universidades ha puesto desde hoy a disposición de los estudiantes que inician el próximo curso la universidad los datos más significativos de este estudio a través de la web del Distrito Único Andaluz (https://www.juntadeandalucia.es/economiaconocimientoempresasyuniversidad/sguit/). Con ello se pretende que estos jóvenes puedan contar con información relevante que les ayude a tomar una decisión a la hora de elegir matricularse en una u otra titulación después de superar la Prueba de Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad (PEvAU), cuyas notas se darán a conocer el próximo 23 de junio.
De acuerdo con dicho informe, el nivel de inserción laboral es mayor para las promociones que han terminado sus estudios en los años más recientes, con la salvedad de la promoción 2015-2016, cuyos cuatro años tras graduarse coincidieron con 2020, en el que la pandemia ha influido en la contratación de los egresados. Para ese caso, la tasa de inserción se situó en el 66,6%. En la hornada más antigua estudiada, la de 2011-2012, el porcentaje cosechado fue del 60,8%, en la de 2012-2013 fue del 65%, en la de 2013-2014 del 66,8% y en la de 2014-2015 del 68,4%.
En esta evolución se observa la incidencia de la anterior crisis económica de 2008, de forma que los estudiantes que terminaron sus titulaciones en la fase de recuperación posterior tuvieron mejores oportunidades en la búsqueda de empleo que los que culminaron en los años universitarios más próximos al crack financiero, periodo especialmente complicado en el mercado laboral.
Si se considera el conjunto de egresados de todas las promociones, se observa que la tasa de inserción laboral conjunta aumenta de media 8,5 puntos porcentuales por cada año extra que pasa desde la salida de la universidad.
Si se toma como referencia el periodo de un año después de la culminación de la enseñanza universitaria, las mayores salidas laborales se dan entre los egresados del curso 2019-2020, con un 52,8%, coincidiendo con el ejercicio 2021 en el que Andalucía comenzaba a registrar niveles de recuperación económica, incluso, por encima de los del conjunto nacional. En esa clasificación, le siguen, con un 51,9%, los graduados en 2016-2017.
Ramas con mayores niveles de inserción laboral
Atendiendo al análisis por materias, el informe del IECA clasifica las enseñanzas en diez grandes ramas, en las que se agrupan las diversas titulaciones universitarias: Educación; Artes, Humanidades y Lenguas; Ciencias Sociales, Periodismo y Documentación; Negocios, Administración y Derecho; Ciencias Naturales, Químicas, Físicas y Matemáticas; Tecnologías de la Información las Comunicaciones (TIC), Mecánica, Electrónica, Industria y Construcción; Agricultura, Ganadería, Pesca, Silvicultura y Veterinaria; Salud y Servicios Sociales; y Servicios.
De entre todas ellas, el área con mejor nivel de empleabilidad al cuarto año de la finalización de la universidad, para lo que se toma como referencia el curso 2016-2017, son las TIC, con un porcentaje del 87,4%. En estas disciplinas relacionadas con las nuevas tecnologías, las de Desarrollo y Análisis de Aplicaciones y de Software presentan una inserción del 83,4%.
El siguiente ámbito con más oportunidades para encontrar empleo son las Ciencias de la Salud y Servicios Sociales, con un porcentaje del 85,1%, una cifra que se eleva hasta el 92,4% en el caso de la titulación de Medicina o hasta el 91,6% para los graduados en Enfermería.
A continuación, se sitúan las Ingenierías relacionadas con la Mecánica, la Electrónica, Industria y Construcción, que arrojan un índice del 79%. A esto se suman las titulaciones relacionadas con la Agricultura, Ganadería, Pesca, Silvicultura y Veterinaria, con un grado de inserción del 78,8%.
En el extremo contrario, los ámbitos que ofrecen peor nivel de inserción al cuarto año del egreso son Artes, Humanidades y Lenguas (53,2%), Ciencias Sociales, Periodismo y Documentación (63,1%) y Negocios, Administración y Derecho (65,6%). Se sitúan en niveles intermedios Servicios (68,3%) y Ciencias Naturales, Químicas, Físicas y Matemáticas (67,4%).
También en el apartado de las titulaciones, el informe del IECA evalúa las opciones de encontrar trabajo para los recién egresados al año de finalizar la carrera. En ese primer año de desembarco en el mercado laboral, las oportunidades se reducen con carácter general en casi todas las disciplinas con respecto al tramo de cuatro años, ya que en ese periodo los profesionales suelen especializarse para ser más competitivos y mejorar su contratación.
Para medir este indicador, se ha tomado como referencia la promoción más reciente, la de 2019-2020. En este caso, las TIC son las materias universitarias con más salidas laborales, con un 81,1%. Las disciplinas relacionadas con las Artes, Humanidades y Lenguas son las que ofrecen menos oportunidades de encontrar trabajo, con un índice del 33,6%.
Cuantos más estudios, mayores oportunidades
Según el tipo de enseñanza (ciclos, grados, másteres y doctorados), de las estadísticas se desprende que conforme mayor es el nivel académico de los estudios cursados, mayor también es la tasa de inserción un año después de egresar. Tomando como ejemplo el curso que finalizó los estudios en 2019-2020, los titulados de grados se apuntaron un año después de salir de la universidad, o sea, en 2021, un porcentaje del 51% frente al 56,3% de los másteres y el 60,2% de los doctorados.
El análisis dedica un apartado a la tasa de adecuación, un parámetro que establece si una persona con una titulación universitaria trabaja con un contrato acorde a su cualificación académica. Con carácter general, todas las promociones de egresados presentan tasas de adecuación al puesto de trabajo que mejoran conforme pasa el tiempo desde que egresaron.
El IECA ha calculado esta información partiendo de los titulados empadronados y que trabajan en Andalucía al año siguiente de salir de la universidad. En el caso de los egresados universitarios de la promoción 2019-2020, se observa que su tasa de adecuación competencial al puesto de trabajo es del 49,2%.
Por ámbito de estudio, se ve que los egresados en titulaciones relacionadas con la Salud y Servicios Sociales obtienen al año de graduarse la mejor tasa de adecuación, que alcanza un 83,8%. Además, superan una adecuación del 50% las áreas de Agricultura, Ganadería, Pesca, Silvicultura y Veterinaria; las TIC; Mecánica, Electrónica y otra formación técnica, Industria y Construcción; y Ciencias Naturales, Químicas, Físicas y Matemáticas. Por su parte, los egresados del ámbito Negocios, Administración y Derecho son los que tienen la tasa de adecuación más baja.
En cuanto al tipo de contrato, el análisis también se centra en los egresados universitarios que residen y trabajan en Andalucía. En la promoción 2019-2020, el 28,1% de los universitarios se encontraba trabajando a 30 de septiembre de 2021 con un contrato de carácter indefinido, en tanto que la contratación temporal afectaba al 67,6%. Sin embargo, esta distribución no se conserva si se tiene en cuenta el sexo de los egresados: el 70,6% de las mujeres trabajaba con un contrato temporal, frente al 63,1% de los hombres.
La estadística elaborada por la Junta también atiende a la diferencia de género. En la promoción que finalizó en el curso 2019-2020, las mujeres se encontraron en desventaja con respecto a los hombres al año del egreso. Así, la inserción laboral entre los hombres fue del 56,7%, mientras que en las mujeres ese parámetro descendió hasta el 52,5%. A su vez, la situación de paro registrado es más frecuente entre ellas, con un 14,1%, que entre los hombres, con un 10,7%.
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