El Centro de Ayuda Cristiano alerta sobre la precariedad que está rodeando a las empleadas de hogar y cuidadoras a domicilio de personas mayores en España, gran número de ellas de origen latino.
Aunque el pasado 4 de mayo el Gobierno aprobó un subsidio extraordinario destinado a las empleadas de hogar legalmente residentes en España, para los responsables del Centro de Ayuda Cristiano, no viene a dar solución a los problemas de este colectivo por los siguientes motivos:
Muchas empleadas de hogar legales están dadas de alta por un solo empleador, pero trabajan en varios domicilios a la vez, por lo que su base reguladora de cotización a la Seguridad Social es muy baja.
El subsidio económico que concede el Gobierno es prácticamente testimonial considerando que sólo cubre el 70% de la base reguladora y exclusivamente para aquellas personas legales en España y con contrato de trabajo.
Muchas empleadas de hogar legales han sido despedidas por las empresas de limpieza en las que estaban dadas de alta al paralizarse la limpieza en numerosas instalaciones y oficinas.
Son varias las empleadas de hogar y cuidadoras que han resultado contagiadas por la covid-19, en algunos casos han estado hasta 10 días hospitalizadas y luego otros 24 días en un hotel mediatizado.
Empleadas de hogar legales en paro han sido contratadas por empresas de limpieza exclusivamente para trabajar en los hospitales, sin haber recibido una formación adecuada.
Muchas cuidadoras de ancianos, enfermos crónicos y niños pequeños legales en España, pero sin contrato laboral, no pueden percibir ningún subsidio.
Las empleadas de hogar y cuidadoras ilegales en España o pendientes de permiso de trabajo tampoco pueden acceder a ningún subsidio.
Muchas empleadas de hogar y cuidadoras legales e ilegales en España envían a sus respectivas familias de países latinoamericanos una media mensual de 200 euros, dinero que desde marzo no han podido enviar, lo que a su vez ha generado mayor vulnerabilidad en el entorno familiar de sus países de origen.
Hay casos de empleadas de hogar y cuidadoras que siguen trabajando o han regresado al trabajo sin que se hayan realizado ningún test preventivo de la PCR y de anticuerpos pagado por su empleador, y se están limitando a utilizar mascarilla y guantes en los domicilios, sin otras medidas de protección.
Muchas empleadas de hogar y cuidadoras legales han tenido que pedir un préstamo a entidades financieras; las personas ilegales no pueden hacerlo.
El Centro de Ayuda Cristiano publica este informe dentro de su campaña Rompiendo el Silencio que desarrolla su Proyecto Rahab de ayuda a mujeres en situación de vulnerabilidad.
La información la ha obtenido entre sus miembros de toda España y de aquellas personas que han acudido a sus centros para recoger bolsas de alimentos.
Para el pastor portavoz en España Alberto Díaz “la inmensa mayoría de empleadas de hogar y cuidadoras carece de derechos, han perdido sus trabajos en domicilios y no tienen ingresos desde hace tres meses. Ha habido muchos excesos por no estar contratadas legalmente y la consecuencia es una desprotección absoluta”.
En la actualidad el Centro de Ayuda Cristiano congrega a unas 4.000 personas, la amplia mayoría de origen latinoamericano. Cuenta con 25 iglesias evangélicas: 9 en la Comunidad de Madrid (3 Madrid, 1 Getafe, 1 Fuenlabrada, 1 Móstoles, 1 Pueblo Nuevo, 1 Usera, 1 Villaverde), 3 en Cataluña y Comunidad Valenciana (2 Barcelona y Valencia,1 en L’Hospitalet) y Alicante), 2 en Andalucía, Baleares y Murcia (Sevilla, Málaga, Palma de Mallorca, Manacor, Murcia y Lorca), 1 en Aragón, Canarias, Castilla La Mancha y País Vasco (Zaragoza, Las Palmas, Talavera de la Reina y Bilbao).
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Un comentario
Soy empleada de hogar , española ( estudios superiores), menor a cargo. No he cobrado el subsidio ni el Ingreso Minimo Vital.
No entiendo tanta tardanza. En mi ciudad no abren las oficinas del SEPE hasta el 6 de julio.