El nombre de Roquetas de Mar está en la Antártida para la posteridad. El teniente médico Óscar Garrido ha enviado este lunes las imágenes de la colocación en la base militar Gabriel de Castilla de una placa kilométrica que señala la distancia que le separa de su hogar, en Roquetas de Mar. Una placa que le fue entregada por el alcalde de Roquetas, junto a una bandera de la ciudad, para que su municipio le acompañara durante esta aventura.
En total, 12.222 kilómetros de distancia entre un punto y otro del globo, que quedarán señalados para siempre en la base militar que acoge esta misión, la más veterana del Ejército de Tierra español, gracias al teniente Óscar Garrido.
En las fotografías y el vídeo enviados por el teniente Garrido desde la Isla Decepción, se aprecia la dedicatoria que el vecino de Roquetas ha incluido en la placa:
«Esta placa kilométrica fue situada en la base antártica española «Gabriel de Castilla» de Isla Decepción el 16 de enero de 2019 por el Teniente Óscar Garrido González, almeriense de corazón». Al otro lado incluye un mensaje de amor para su familia: «Con el cariño de un esposo y un padre para su mujer y sus hijos: Trini, Óscar y Sofía ¡Siempre Unidos!»
Apadrina a un pingüino
El teniente Garrido ya tuvo un recuerdo especial para Roquetas de Mar y la provincia de Almería el día de Año Nuevo, cuando envió un vídeo de felicitación envuelto en la bandera de Roquetas de Mar.
El próximo día 1 de febrero, atenderá una videoconferencia con escolares roqueteros en el salón de plenos del Ayuntamiento, promovida por la Delegación de Atención Ciudadana, Nuevas Tecnologías, Estadística y Documentación que dirige Francisco Garrido.
En la videoconferencia explicará los detalle de la misión que le ha llevado a 12.222 kilómetros de su casa. La misión se desarrolla «en una pequeña base española que sólo se abre durante el verano austral» ubicada en una isla abierta «que es un volcán activo». Se trata, reveló, «de la misión más antigua del Ejército de Tierra» en la base que lleva el nombre de la primera persona que llegó en expedición a la Antártida, «que, aunque no se conozca, fue el español Gabriel de Castilla».
Allí, los 13 militares destinados tienen la misión de mantener las instalaciones y asistir a los científicos que trabajan allí. «Lo único que hay en la isla son laboratorios. Nosotros somos los cuidadores de los investigadores, los llevamos a los glaciares o a donde tengan que ir para desarrollar su trabajo», especificó.
Además, se lleva a cabo la iniciativa Apadrina un pingüino, que fomenta el cuidado del medio ambiente. «A través de la página web, quien quiera puede apadrinar de forma gratuita un pingüino, al que debe poner nombre y del que recibe una foto. Nosotros nos ocupamos de cuidar a sus apadrinados», relató el teniente Garrido. Esta misma iniciativa concede a los padrinos la opción de realizar un donativo destinado de forma íntegra a la Asociación Española de Lucha contra el Cáncer.
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