miércoles, 11 septiembre 2024

Casi medio millar de niños viven en Almería en situación de desamparo

22 abril 2012
Provincia
cruz roja

Cruz Roja trabaja para mejorar la situación de los menores

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Con los centros de menores de la provincia al 90% de ocupación, Cruz Roja Almería busca familias de acogida, a través del Programa de Mediación para el Acogimiento Familiar de Menores

Decía Albert Einstein: «La palabra progreso no tiene ningún sentido mientras haya niños infelices», una felicidad en la infancia que no parece compatible con el abandono, exclusión, maltrato y abusos a los que se han visto sometidos los menores que, a falta de un hogar, están bajo la tutela de la Administración y viviendo en centros públicos.

Los datos ofrecidos por la Delegación para la Igualdad y Bienestar Social, nos invitan a reflexionar: En la provincia de Almería hay actualmente un total de 481 niños españoles y extranjeros en situación de desamparo. Los menores provienen de centros de protección o bien de situaciones de riesgo en el seno familiar.  Sobre la realidad social de este colectivo infantil trabajan los técnicos de Cruz Roja siguiendo las líneas del Programa de Mediación para el Acogimiento Familiar de Menores de la Junta de Andalucía.

Después de que en 2011,  150 niños y niñas de distintas procedencias pasaran a estar bajo la tutela de familias almerienses, Cruz Roja sigue buscando, a través del programa de mediación, a personas y familias dispuestas a ayudar a estos menores a salir de su situación de indefensión y abandono.

El fin nos es otro que dar cobertura a las necesidades de los menores que no pueden ser atendidos adecuadamente por sus padres o tutores, por medio de la convivencia e integración en otro núcleo familiar donde puedan recibir una atención integral.

Los treinta centros públicos que existen en la provincia destinados a estos menores tutelados registran una ocupación de más del 90 por ciento, datos que justifican una creciente necesidad de familias de acogida.

El acogimiento familiar presenta diferentes modalidades, que van desde la familia extensa, en la que el menor es acogido por personas de su propia familia, hasta la familia ajena en la que no existen lazos de parentesco o estos son superiores al tercer grado.

Según el tiempo de duración, la acogida puede ser simple o permanente. En el primero de los casos, el menor vuelve con su familia en un plazo establecido o pasa a otra medida de protección hasta un máximo de dos años; en el caso de acogida permanente, para niños menores de siete años, no hay previsión de retorno y se estiman periodos indefinidos.

Hay una tercera opción, el acogimiento de urgencia, que depende de las necesidades y características de los niños menores de los seis años. Con esta fórmula se da respuesta a situaciones de emergencia con la exigencia de disponibilidad absoluta por parte de al menos una de las personas acogedoras.

Para casos de menores con graves necesidades especiales se establece el acogimiento profesionalizado, ante problemas ocasionados por una enfermedad grave, cuestiones de conducta, discapacidad física, psíquica o sensorial. En este apartado se incluyen aquellos menores que precisen de un apoyo especial por haber sido víctimas de malos tratos o abusos sexuales.

Acogimiento no es adopción
El acogimiento familiar se concibe como una medida complementaria y no como una sustitución de la familia biológica. Con él se pretende, además de dar respuestas a las necesidades del menor, ayudar a la familia biológica en el proceso de superación de los problemas que desencadenaron la separación o ruptura. El acogimiento, de niños solos o grupos de hermanos, es una alternativa de convivencia frente al internamiento residencial, con la plena integración del menor en la vida de la familia de acogida, que asume el compromiso de tenerlo consigo, cuidarlo y educarlo como si fuese un miembro más de la casa.

Compromiso y voluntad
Hay dos aspectos indispensables en este proceso, el compromiso social y el sentido de voluntariedad de las familias acogedoras. Desde el punto de vista legal, pueden ser familias de acogida todas las personas mayores de edad, residentes en algún municipio de la comunidad autónoma andaluza, siempre y cuando no sean solicitantes de adopción.

Una persona soltera puede tramitar la acogida, al igual que las familias monoparentales, homoparentales o parejas de hecho, con o sin hijos. Las familias que se decidan a acoger a un menor contarán con el apoyo continuo del equipo técnico del Programa de Acogimiento Familiar de Cruz Roja Almería y de sus voluntarios. Además, este equipo realiza un estudio detallado de la familia o persona solicitante, con el fin de valorar su idoneidad.

Las personas interesadas en recibir más información pueden contactar con el Programa de Acogimiento en la Asamblea Provincial de Cruz Roja Española en Almería, situada en el Parque Nicolás Salmerón, 28, o bien llamando en el teléfono 950.257.166.