Almería volvió a teñirse de azul este martes para dar visibilidad al Día Internacional del Síndrome de Angelman, un trastorno neurogenético poco frecuente, y sensibilizar acerca de la realidad de los afectados y sus familias poniendo de relieve sus necesidades.
Así, el Ayuntamiento de Almería iluminó de este color las fuentes más emblemáticas de la ciudad, como las de ‘Los Peces’, ‘El Remador’ y ‘Los Delfines’, en el Parque Nicolás Salmerón, recientemente remodeladas; la de la rotonda de la calle Santiago, en Nueva Andalucía; la Plaza Virgen del Mar. la Fuente de los 103 pueblos y la del Parque de las Familias.
Síndrome joven
Con esta iniciativa, el Ayuntamiento ha querido visibilizar la realidad de las personas afectadas y sus familias. El Síndrome de Angelman es un severo trastorno neurológico, de origen genético. A lo largo de los años se han realizado diversos estudios para tratar de establecer cuál es la incidencia del síndrome en la población, pero es una tarea complicada al tratarse de un síndrome relativamente joven, de reciente diagnóstico, y a que es posible que existan muchos casos (especialmente adultos) sin diagnosticar o con un diagnóstico erróneo.
Así, aunque la prevalencia real del síndrome es desconocida, parece ser que se sitúa entre 1/12.000 y 1/24.000 nacidos, causa retraso en el desarrollo, problemas de habla y equilibrio, discapacidad intelectual y, a veces, convulsiones. Las personas con síndrome de Angelman suelen sonreír y reír frecuentemente, y tienen personalidades felices y excitables. Los retrasos en el desarrollo, que empiezan entre los 6 y 12 meses, suelen ser los primeros signos del síndrome de Angelman. Las convulsiones pueden comenzar entre los 2 y 3 años.