miércoles, 11 septiembre 2024

El agua de la Balsa del Sapo sube cinco metros en los últimos 7 años

15 marzo 2012
Las Norias (El Ejido)
Balsa del Sapo

Invernaderos cercanos a la balsa

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Más de tres millones de euros de pérdidas anuales, un centenar de invernaderos abandonados y unas 200 familias del entorno afectadas por inundaciones en sus viviendas, saldo de desastres por el aumento del nivel de agua de la balsa.

Con sorpresa y cierto optimismo, pese a la gravedad de la situación que se vive en el entorno de la Balsa del Sapo con una subida del agua con respeto a 2005  de hasta cinco metros de altura, ha recibido la Plataforma la firma del convenio suscrito hoy entre la Consejería de Medio Ambiente y la Junta Central de Usuarios del Poniente para la construcción mantenimiento y explotación de la estación de impulsión y bombeo de la Balsa del Sapo. Unas obras a las que los organismos competentes se habían comprometido a ejecutar hace más de un año y que, después de que se adjudiquen el próximo martes, tal y como  le ha explicado el consejero de Medio Ambiente, Juan José Trillo, al portavoz de la Plataforma de afectados de Las Norias, Juan Bartolomé Escobar, requerirán de un periodo de seis meses para su puesta en marcha.

Balsa del Sapo invernaderos

La futura estación de bombeo, siempre como solución provisional, permitirá el desagüe rápido del acuífero para reducir el nivel de las aguas y evitar la inundación del entorno en episodios de avenidas, como los que se repiten en días de lluvias torrenciales. Actualmente el nivel de la lámina de agua de esta balsa artificial supera entre cuatro y cinco metros la altura del nivel de agua alcanzado en el año 2005.

Con la progresiva subida del nivel de la lámina de agua, que afecta a las más de 9.000 personas que viven en Las Norias y en especial a más de 200 familias que viven en la zona de influencia de la Balsa del Sapo, se han caído negocios y empresas de núcleo ejidense, como la fábrica de plásticos a la que el agua provocó el cese de actividad, se han abandonado explotaciones agrícolas y contabilizado pérdidas de más de 3 millones de euros.

Las obras costarán 9,2 millones de euros y consisten en la ejecución de un nuevo sistema de bombeo que permitirá aumentar los caudales de impulsión en 500 litros de agua por segundo e instalar una tubería de impulsión de 800 milímetros de diámetro interior y 7.605 metros de longitud.

Este nuevo sistema de bombeo e impulsión de agua es una solución provisional en tanto se redacta y ejecuta por parte del Gobierno central el proyecto del túnel de desagüe al mar, elegido como solución definitiva a los problemas de inundación del núcleo ejidense de las Norias de Daza y apto para reutilizar las aguas para el riego de cultivos en el campo de Dalías.

Túnel de desagüe
La instalación del nuevo bombeo de la Balsa del Sapo es una medida provisional dirigida a evitar el ascenso de la lámina de agua y el consiguiente riesgo de inundación en el entorno de Las Norias, hasta la construcción del túnel de desagüe que se ha acordado como solución definitiva en el convenio rubricado entre el entonces Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino y la Junta de Andalucía.

Viene de largo
Desde 2005 la Administración ambiental ha invertido en actuaciones para la seguridad y defensa del núcleo ejidense de Las Norias de Daza, así como para la regeneración medioambiental de la Balsa del Sapo, más de 7 millones de euros. Así, se han ejecutado dos obras de emergencia para dotar de un sistema de bombeo para bajar los niveles de las balsas invirtiendo más de 2 millones de euros en el mantenimiento de estos sistemas de bombeo.

La Balsa del Sapo se localiza dentro del municipio de El Ejido, en el Poniente almeriense. La balsa, de origen artificial, está formada por dos vasos separados por un camino y rodeadas de parcelas dedicadas a la horticultura al este, norte y oeste, mientras que al sur existe un núcleo habitado, Las Norias.

La formación de esta balsa tiene su origen las intensas excavaciones que se realizaron en la zona, entonces seca, para la obtención de materiales para los invernaderos. Esta actividad propició la aparición de dos profundas depresiones. Más adelante, debido al deterioro de la calidad de las aguas de los acuíferos, se abandonó su explotación, por lo que los niveles freáticos se recuperaron, alcanzando sus cotas normales.

En las zonas intensamente excavadas, al ser los niveles del terreno inferiores a los freáticos el agua afloró, generando las actuales balsas, que tienen una superficie de 150 hectáreas, una cota actual de 27 metros sobre el nivel del mar y un volumen de agua acumulado de 0,7 hm3. Debido a la ausencia de un desagüe natural, en épocas de lluvias intensas se producen inundaciones en las explotaciones agrícolas –invernaderos– y núcleos urbanos cercanos.

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Un comentario

  1. lo ke dicen ke van a traer el agua a vicar lo veo bastante mal por ke en tonces vicar se pondria com esta ahora miosmo las norias,
    Ese agua la podrian llevar a la playa…

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