El Ejido se ha vestido de fiesta para una de sus celebraciones predilectas, si no la que más, que ni siquiera la lluvia a conseguido deslucir ni lo más mínimo. La procesión – romería ha cumplido con las expectativas que en ella había depositadas y ha congregado a miles de vecinos y visitantes al paso de San Marcos, arropado por la comitiva de autoridades locales y seguido por el casi medio centenar de carrozas engalanadas para la ocasión.
El disfrute de los ejidenses, con la misa, las rosquillas, los cohetes y el Patrón, se ha desarrollado por los cauces del civismo y la convivencia que supone esta fecha, esperada con anhelo por los ciudadanos. La organización ha sido modélica, y la colaboración vecinal para que todo saliera ‘rodado’, y nunca mejor dicho, ha sido la tónica general a lo largo de todas las calles, más limpias que otros años, por las que ha discurrido el desfile.
Con el Santo ya de vuelta al templo las gotas de lluvia han hecho acto de aparición, pero se han tomado con agrado por parte de todos aquellos que los cuatro días anteriores han sabido aprovechar la amplitud de actos festivos programados, incluidas las típicas habas y el tocino o el regreso del San Marcos Rock, sin olvidarnos de las novedades, que han sido la Feria de Artesanía Alimentaria o las catas de vino.
El día se ha cerrado con la bonita estampa de la nieve coronando la Sierra de Gádor, y los ejidenses han podido apurar la fiesta al máximo debido a que en esta ocasión podrán disfrutar de un día más de descanso, como es el también novedoso ‘lunes de resaca’. A caballo o a pie o sobre la carroza, vestidos de corto o rociera, ya se aguarda la llegada de San Isidro, pero esa ya será otra manera de expresar la ‘alegría de vivir’ ejidense.