Juicio por estafa contra Jonathan Moya, en prisión por raptar y matar a una bebé en Almería

 Jonathan Moya González, el joven de 25 años que fue detenido el pasado mes de diciembre por el rapto y muerte de una niña de dieciséis meses en Almería, acudirá este lunes al Juzgado de Instrucción número 1 de Almería para ser juzgado por estafa en la compraventa de un vehículo.

Con varias condenas anteriores por hechos similares, Jonathan Moya  ingresó en prisión el pasado mes de junio en el centro penitenciario El Acebuche, acusado de doce delitos de estafa y apropiación indebida tras hacerse pasar por policía para sustraer vehículos vendidos por Internet, aunque poco después quedó en libertad a la espera de juicio, cuya fecha aún está por determinar.

En el juicio que  comienza este lunes, el primero de los cuatro que Moya tiene pendientes por apropiación indebida y estafa, el Ministerio Público solicitará dieciocho meses de prisión por la venta en 2008 de un vehículo de segunda mano por 5.000 euros que previamente había adquirido de forma fraudulenta, sin llegar a pagar el importe acordado.

En prisión desde finales de diciembre acusado de un delito de asesinato y otro de detención ilegal por el rapto y muerte de una bebé de dieciséis meses, se enfrentará a otro juicio por estafa el próximo 25 de febrero, también en el Juzgado de lo Penal número 1 de Almería.

Rapto y asesinato de una bebé
Jonathan Moya era detenido el pasado 27 de diciembre en un cortijo de su familia en Abrucena, acusado del rapto de una niña de dieciséis meses, una semana después de la desaparición de la menor.

La madre de la pequeña, natural de la localidad onubense de La Palma del Condado, había iniciado hacía un tiempo una relación con Jonathan y se había trasladado a Almería para pasar unos días, cuando se produjo el secuestro.

El joven confesó ante los agentes la muerte de la niña, lo que permitió la localización del cadáver en una balsa de agua cerca de una vía de servicio de la A-92, en la misma comarca en la que se produjo el secuestro, así como la detención de un amigo suyo, Raúl R.F., quien podría haber encubierto el crimen.

El pasado 21 de enero, el Juzgado de Instrucción número 2 de Almería prorrogó un mes más el secreto de sumario, aunque fuentes del caso informaron de que la autopsia preliminar reveló que la pequeña murió de un fuerte golpe en la cabeza, y en cualquier caso no ahogada, unos días después del secuestro.