jueves, 14 noviembre 2024

La agricultura no salva a la economía almeriense que retrocedió un 2% en 2011

21 diciembre 2012
Almería
Panorámica de los invernaderos de El Ejido

Superficie agrícola bajo plástico

Comparte esta noticia en tus redes

A pesar de la crisis del pepino, y de que Alemania, el principal cliente de Almería, era el mercado implicado, el balance final de las exportaciones hortofrutícolas fue muy positivo

La agricultura no salva a la economía almeriense que retrocedió un 2% en 2011, según se desprende del Informe Económico Almería en cifras 2011 elaborado por el equipo de investigación encabezado por Jose Felipe Jiménez Guerrero, Emilia Linares y Juan Carlos Gázquez (profesor de Economía de la UAL) y patrocinado como viene siendo habitual, en sus 26 ediciones por Cajamar. De esta manera, la economía almeriense registró el año pasado una nueva caída de la actividad, truncando así la recuperación iniciada el año anterior. Lamentable­mente no fue un simple estancamiento, sino una nueva recesión en toda regla.

Cámara
Presentación en la Cámara de Comercio del Informe ‘Almería en cifras’

Lo peor de todo es que la economía provincial, que aún estaba intentando recuperarse de la an­terior recesión, se mostraba incapaz de contener la destrucción de empleo, de ahí que la tasa de paro escalase al finalizar 2011 al 33,3%, seis pun­tos por encima del dato de cierre del año 2010.

Con una demanda estancada temerosa de consu­mir, la actividad empresarial no encontraba salida a sus productos en el mercado interno: la venta de viviendas permanecía estancada, de ahí que las hipotecas volvieran a caer un 24,3%; tampoco se vendían vehículos, matriculándose apenas 7.500 turismos en todo el 2011, un 28,4% menos que el año anterior, y todo ello a pesar de que los precios se ajustaron en la segunda mitad del año, creciendo tan sólo el 1,9%. Hasta las entidades financieras, que seguían sin conceder créditos (-5,6%), veían incluso como sus depósitos tam­bién mermaban un 7,9%.

Ante la apatía del consumo interno, el comercio exterior se convirtió en la vía de escape para muchas empresas de la provincia, de ahí que las exportaciones registraran un nuevo récord con 2.150 millones de euros, un 2,8% más que en el ejercicio anterior. También crecieron las importaciones hasta alcanzar los 1.000 millones de euros, si bien en este caso se debió a la puesta en funcionamiento del gasoducto submarino que une la provincia con Argelia, una magnífica noticia que convierte a Almería en el punto de entrada hacia Europa del gas natural argelino.

A pesar de la crisis del pepino desatada en el mes de mayo, y de que Alemania, el principal cliente de Almería, era el mercado implicado, el balance final de las exportaciones hortofrutícolas fue muy positivo, con un crecimiento del 17,2% en el número de toneladas y 0,4% en el valor de las mismas. Paradójicamente, Alemania fue el destino que presentó un mayor crecimiento en términos absolutos con 150.000 toneladas más.

Por tanto, salvando como siempre el sector de las frutas y hortalizas, y en cierta medida los ser­vicios con un sector turístico que volvió a salvar la temporada, el resto de la actividad estuvo muy debilitada, hasta el punto de llegar a retroceder el consumo de energía eléctrica un 2,9%.

La perspectivas para el próximo año dibujan un escenario bastante pesimista, seguramente peor del que se ha vivido en 2011 a la vista de la evolución de al­gunos de los indicadores más significativos. Para empezar, la destrucción de empleo va a seguir siendo intensa hasta el punto de que la tasa de paro pueda cerrar el próximo ejercicio en el en­torno del 38%. Si esta sangría antes procedía del sector privado, ahora tiene su origen en el sector público, afectado por los recortes presupuestarios que tienen como objetivo que el déficit público sea el 3% a finales de 2014.

Más paro en una provincia que ya supera los 700.000 habitantes, va a suponer de nuevo un estancamiento en el consumo interno, por lo que una vez más será el sector exterior, y así lo confir­man los datos provisionales del primer semestre de 2012, el salvavidas de la economía provincial.