El Levante quiere en pie y funcionando el hotel de Azata en El Algarrobico

La decisión se ha adoptado en una reunión celebrada este jueves por la tarde, en la que los 14 ayuntamientos integrantes del órgano supramunicipal intermedio han dado un espaldarazo a la moción llevada a pleno por parte de Carboneras, que es el pueblo en cuyo término municipal está el paraje. El resultado de unanimidad a la propuesta supone la confianza en que de seguir adelante con el proyecto del hotel se crearán de entrada cientos de puestos de trabajo en la construcción, a los que habría que sumar los que en el medio plazo y con carácter estable generaría el impulso turístico de esta infraestructura en funcionamiento. En este sentido, se contabilizarían los directos, como personal del hotel, y los indirectos, por la dinamización aún mayor de la zona.

Pero lo que está en la mano de la Mancomunidad hoy por hoy es instar a alcanzar un acuerdo mediante el que se logre que la obra siga adelante. Además de esto se ha aprobado también por unanimidad remitir a la Junta de Andalucía, la administración competente en materia de costas y de disciplina urbanística, un manifiesto que resuma el sentir de los carboneros, que son los principalmente afectados y que han conseguido ya el apoyo de los demás municipios de su entorno más cercano.

Domingo Fernández, presidente de la entidad así como también alcalde de Huércal-Overa, ha querido subrayar que el documento aprobado menciona el respeto a la legalidad y a las resoluciones judiciales que se han dictado en torno a esta obra, al tiempo que ha manifestado que los integrantes de la mancomunidad han coincidido en la necesidad de depurar las posibles responsabilidades políticas que se derivan del caso. En el pleno hay una decena de alcaldes del Partido Popular y únicamente tres del Partido Socialista, asumiendo todos ellos los argumentos planteados por los representantes de Carboneras. Estos pasan por las expectativas sociales y laborales que se generaron hasta que con un 90% de la obra ya ejecutada se paralizó la construcción del hotel, que tiene una veintena de plantas y 411 habitaciones.

A esto hay que sumar lo que entienden desde el municipio carbonero como un impacto mediático negativo y una clara falta de seguridad jurídica. Los pensamientos a favor de la infraestructura levantada por Azata del Sol que se expusieron en el pleno mancomunado son los de decenas de pymes y centenares de trabajadores de la zona, que son los que pretenden la reactivación de los trabajos y la puesta en servicio del hotel para un rápido aumento de la actividad económica y una consiguiente reducción de la tasa de paro.

Otro dato importante que se plantea como a tener en cuenta es que tanto el Plan de Desarrollo Sostenible del parque natural de Cabo de Gata-Níjar como del Plan de Desarrollo y Empleo ‘Carboneras Viva’ lo contemplaban, y los dos fueron impulsados por la Junta de Andalucía.  De este modo, la construcción y entrada en funcionamiento del hotel entienden que debía ser la primera consecución de toda esta planificación, además de que no está nada claro que el derribo del establecimiento suponga la recuperación del entorno natural, entre otras cosas porque aseguran que el paraje no tiene ningún valor ecológico.

Por último, y en esa línea, el escrito revela que no existe ningún estudio técnico fiable que garantice la restauración ambiental, siendo imposible revertir el espacio construido a natural otra vez. El riesgo claro es el de que exista por siempre una imagen de ruinas, alejada del todo del fin perseguido por los colectivos conservacionistas. Con todo, incide en el interés general del pueblo de Carboneras, al que ponen como una de las partes perjudicadas a las que habría que indemnizar tanto por la mala imagen sobre ella que se ha difundido como por la oportunidad de desarrollo económico que se le ha quitado.