La derrota que sufrimos ante Honduras nos ha hecho bajar de la nube futbolística a la que se había encaramado nuestro país. Los futbolistas españoles vendrán de vuelta a casa de vacío, y eran clara opción a hacerse con una medalla.
Y es que en estos juegos, lo de conseguir un metal va a ponerse muy caro para los deportistas españoles, que ya antes de viajar a Londres veían como se descolgaban dos opciones de peso a lograr medalla, con las bajas de Rafa Nadal y del ciclista Samuel Sánchez.
El arbitraje tampoco nos ayudará mucho. Además de lo que ahora comentaremos sobre el partido del domingo, en judo también acariciábamos la que hubiese sido nuestra primera medalla, pero una discutida decisión de los árbitros dejaba sin el bronce a nuestro representante judoca, Sugoi Uriarte.
Por lo que pudimos ver en el campo de fútbol, además de no llevar a nuestros mejores futbolistas, tampoco designaron a colegiados del nivel deseado. Ayer, dejó mucho que desear el arbitraje del colegiado venezolano, Juan Ernesto Soto, a quien no le costó mostrar su preferencia a que Honduras fuera el que pasara a la siguiente ronda. No pitó dos penaltis clarísimos a favor de España, y nuestros jugadores, frustrados por la derrota y el pésimo arbitraje, al finalizar el partido protestaron insistentemente por las decisiones del colegiado olímpico.

En resumen, España ya no tendrá opción a pelear más medallas y a seguir mejorando el palmarés en fútbol, que en estosúltimos años está creciendo de manera fantástica después de haber conseguido la segunda Eurocopa consecutiva, hace solo un mes.
Se venía a los Juegos Olímpicos de Londres con muchas esperanzas de medalla depositadas en nuestro equipo de fútbol, pero la verdad es que la imagen ofrecida en los dos partidos disputados ha sido pésima, con cero goles a favor y dos en contra; así que no se le puede echar toda la culpa al mal árbitro del partido ante Honduras. Esto ha servido para darnos un palito y que pongamos los pies en el suelo. Qué no solo se gana con el nombre o con el escudo. Puede ser que esto no nos venga mal del todo, porque la visión positiva es que estos futbolistas olímpicos serán los que nos representen en futuras competiciones con la Selección Absoluta, y esperemos que les sirva de lección.