Partido gris el de este sábado para el equipo que viste de blanco, y es que sí, se ha impuesto al Zaragoza de Manolo Jiménez por un claro 4-0. Pero la verdad de este partido es que el Madrid sigue sin convencer con su fútbol; para qué nos vamos a engañar, «el Madrid es el Madrid» y sigue metiendo ese miedo en el cuerpo a todos los equipos pequeños que visitan el Bernabéu. Y sin tener todavía la máquina engrasada, al conjunto blanco sigue bastándole con dar unos arreones. Hoy han venido los goles a pares, para desgracia del Zaragoza que ha visto como se ha desmoronado todo su trabajo ante una oleada del equipo blanco. En la primera parte, con los goles de Higuaín en el 23′ y de Di María en el 25′, alcanzado así el descanso, y otra que ha llegado al final del partido con goles de Essien y del croata Luka Modric, éste ya en el descuento, para poner el 4-0 final en el marcador.
Un resultado injusto -diría yo- para lo visto en el campo, donde la afición blanca ha hecho varios intentos para empezar a pitar, todos ellos fallidos gracias a lo que explicado, «la gran pegada de este Madrid». Pegada y talonario que se podría decir que han ganado hoy el partido en el Bernabéu, porque sin desplegar un gran fútbol, han sido sus grandísimos jugadores los que han goleado hoy al Zaragoza. Veremos a ver si Mou le aprieta las clavijas a los jugadores, porque mucho ha de cambiar este Madrid si quiere levantar algún título esta temporada. Este martes tiene una gran prueba ante el Borussia Dormuntd en la competición más deseada por el equipo y afición blancos, la Champions.