Hoy estoy aquí, al otro lado de la pantalla, para contaros con mucho gusto cómo se ha dado la experiencia. Los días previos a la feria notaba hasta cosquilleo en la barriga, la misma sensación que cuando eres juvenil y te llama el primer equipo para jugar.
Las primeras horas son de toma de contacto, adaptación y observación, pero en cuanto empieza el partido, con las primeras conversaciones y visitas, ya viene todo rodado.
Fruit attraction se está consolidando como un gigante entre las ferias de la comercialización hortofrutícola internacional, donde compañías, empresarios, comerciales, periodistas y visitantes de medio mundo se dan cita. Ha contado con empresas de más de 25 países, muchos eventos y charlas técnicas; con una superficie más de 3000 m2 repartidos en cuatro pabellones “que dan mucho tiempo para cansarse o producir.”
Para los que hemos estudiado algo sobre Logística, Marketing y Negociación, sabemos que en una feria de estas características se crea un mix de cada una de ellas; la primera empieza por el enclave logístico y, como dice la teoría del centro de gravedad, hay que comenzar por elegir y ponderar factores para seleccionar el lugar en el que se encuentra la muestra, punto neurálgico como es una gran capital donde da facilidad para que se conecten oferentes y demandantes de todos los rincones del mundo. El marketing juega otro papel fundamental, ya que dentro de la gran diversidad de stands que hay, la competencia también juega un importante papel, buscando siempre la deseada diferenciación en vistosidad y atención. La negociación está presente en cada metro de la feria, los stands bonitos y los gin tonics son parte de la gestión.
Al fin y al cabo, una feria comercial como esta es donde se realiza el contacto personal con más calidez, tan importante en el mundo de los negocios; el lugar donde muchos proveedores y clientes se ponen por primera vez; otros muchos lo utilizan para afianzar su relación, mostrar novedades, hacer presentaciones y, detrás de todo eso, donde pasar un buen rato juntos.
He tenido la oportunidad de hablar con gerentes de empresa, comerciales, visitantes, periodistas, personal de la organización, gente como yo que le gusta reinventarse y adaptarse para seguir siendo unos currantes, y la conclusión que me llevo es que ha sido una experiencia cansada pero muy gratificante. Creo que hemos dejado una buena imagen, creado nuevos contactos y rentabilizado el viaje, que al fin y al cabo son los objetivos principales a la hora de ir a una feria.
La gente que me conoce sabrá que he disfrutado como un enano y a la que no me conoce tanto, le digo que soy una persona inquieta, con muchas ganas de aprender y de crecer profesionalmente; mi filosofía es «never give up», nunca rendirse, y coleccionar experiencias de las que siempre puedo sacar aspectos positivos.
Fran Maldonado Galán es técnico superior de Comercio Internacional y colaborador en Almeria360