El 21 de diciembre se cumple un año de la toma de posesión de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno y desde entonces los empleados públicos hemos seguido sufriendo varapalos en nuestras condiciones laborales. Recortes, recortes y más recortes en detrimento de la calidad en los servicios públicos que compilan este Estado del Bienestar tan nuestro, que poco a poco, se están cargando unos y otros, desde todos los estamentos políticos y territoriales.
Hace unos días, mientras hacía un descanso liviano en mis tareas como presidente provincial y secretario de acción social autonómico (los sindicalistas también tenemos trabajo doble en estos eternos tiempos de crisis) y leí en prensa que nuestro presidente del Gobierno, y desde su particulares dominios en Génova, enviaba a sus altos cargos y políticos un manual de buenas prácticas para que todos ellos fuesen capaces de justificar los recortes llevados a cabo en estos primeros 365 día de legislatura.
No salgo de mi asombro cuando profundizo en el texto divulgado por Europa Press. El argumentario del Ejecutivo se centra, fundamentalmente, en la reforma que está sufriendo la Administración Pública y se refiere en estos términos a la reducción de empresas públicas, la disminución de subvenciones a los partidos o la aprobación de la Ley de Transparencia. Y me quedo blanco pensado qué lugar ocupan los empleados públicos en su postura de recortes, que preocupación le genera este tema a nuestros políticos o que desazón tienen en sus conciencias por habernos quitado, entre unos y otros, más de un 20 por ciento de nuestro sueldo, entre otros derechos adquiridos el día que accedimos al cuerpo de funcionarios. Ni si quiera se esfuerzan en justificar eso. Y con rabia y con la moralidad encendida me doy cuenta de que ni siquiera nos mencionan. No creo que haya sido el periodista de Europa Press el que ha pasado por alto el tema, la verdad.
Así que desde CSIF, yo mismo me atrevo a hacer balance del primer año de mandato a falta de que se agoten los últimos días para esta fecha. Señor Rajoy y toda su corte, ustedes, pasarán a la historia por ser el único Gobierno en democracia que está poniendo en peligro servicios públicos fundamentales como la enseñanza y la sanidad.
Y no siendo suficiente con eso, serán las peores navidades de los empleados públicos, porque seguimos siendo los paganos de una crisis que no hemos generado, y aquí no hay justificaciones que valga, ni para ustedes, ni para sus altos cargos. Y por supuesto, tampoco para las cientos de familias españolas, andaluzas y almerienses, que probablemente, celebrarán una Navidad no envuelta de austeridad, como ustedes pretenden hacernos creer, sino repleta de miseria porque ninguno de sus miembros puede ingresar un sólo euro. ¡Feliz aniversario!
Francisco Iglesias es presidente de CSIF-Almería
