El pasado jueves tuve la oportunidad de acompañar a la ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente de España en su visita a la provincia de Almería. Isabel es una joven mujer que ocupa desde hace algo más de un año el cargo de ministra, sin embargo, es bastante conocida por el sector. Su buena formación académica, ingeniera agrónoma y licenciada en derecho, junto a una dilatada trayectoria profesional ligada a la agricultura tanto en lo público como en lo privado hace que conozca muy bien el sector agrícola español, sus fortalezas y sus debilidades.
Durante los más de ocho años que fue secretaria general del Ministerio de Agricultura, tuve la oportunidad de reunirme en numerosas ocasiones con ella, paciente, escuchadora, eficaz y eficiente son algunas de las cualidades que puedo destacar. Ahora en Almería tuve la oportunidad de saludarla nuevamente y veo que una vez más nos sorprende, ante una rueda de prensa improvisada y la batería de preguntas trampa que le tenían preparada sale airosa y sin borrar la sonrisa de su cara se presta a contestar todo a pesar de su poca idoneidad. Los que buscaban un titular fácil no lo encontraron y evidenció tener un gran conocimiento de los temas aunque viniesen a preguntarle en la inauguración de una feria agrícola por el gaseoducto de Doñana. Así pues los que interpelaban a la ministra se encontraron con respuestas contundentes, rigurosas y sin patinar.
En el recorrido por el ferial la ministra se acercó a numerosos expositores interesándose por sus productos e innovaciones y mostró su parte más técnica cuando en más de un stand sorprendió con preguntas que pusieron en dificultad a algún que otro expositor. Amable, no se negó a visitar a ninguno de los stand señalados por la organización de la feria, lo que mostró otra vez su cara cordial y sincera. Tras la inauguración se marchó a la entrega de premios del Colegio de Economistas. Allí un discurso corto pero impecable donde resaltó la fortaleza del sector hortofrutícola almeriense y destacó la inminente puesta en marcha por parte del Gobierno español de acuerdos comerciales con países importadores como es EE.UU y resaltó el papel de la Ley de la Cadena Agroalimentaria en el sector agrario español.
Durante la tarde, por invitación del edil ejidense Francisco Góngora, acudí a un encuentro con las organizaciones agrarias y de comercialización representativas en la provincia al que también asistió el sector agroalimentario de El Ejido. Tras una breve intervención de la ministra donde resaltó el apoyo de su Ministerio al sector agroalimentario almeriense poniendo varios ejemplos de actuaciones que vienen a mostrar el trabajo que se viene desarrollando, módulos, rebaja fiscal, veto ruso, Ley de la cadena agroalimentaria, etc. tocó el turno al sector. La primera intervención corrió a mi cargo e intenté en breves palabras potenciar su percepción sobre el sector hortícola almeriense hablándole de facturación, de extensión cultivada, producción y mano de obra ocupada. Tras ello, las demandas de este sector.
La ministra no eludió ninguna pregunta, no desalojó a los medios de comunicación durante el encuentro, tal como hicieran otras ministras en anteriores mandatos, se dirigió públicamente a todos y cada uno de los intervinientes sin dejar nada por contestar y les tengo que decir nuevamente que si de toros se tratara habría salido por la puerta grande de la plaza. “Por fin tenemos una ministra que sabe lo que dice y sabe de lo que habla”.
Francisco Vargas es presidente de ASAJA Almería
