En la fantástica película Los Descendientes George Clooney pierde a su mujer mientras, paradójicamente, recupera a sus hijas; también debe enfrentarse a la decisión de vender o no unas paradisíacas tierras en Hawai destinadas a convertirse en un complejo turístico. Es ficción y una propiedad privada pero cuando de lo que se trata es de terrenos públicos que afectan a todos, la cosa cambia.
En las últimas semanas, varias propuestas -públicas y privadas- han abierto el debate en un momento especialmente crítico, con 5,5 millones de parados y más de 1 millón de familias con todos sus miembros en situación de desempleo.
¿El fin justifica los medios? Viejo asunto que, en tiempos de emergencia social, toma de nuevo protagonismo.
Para algunos, la crisis es una oportunidad de negocio aprovechando que las administraciones están dispuestas a ceder en cuestiones que en otros tiempos sería complicado. Pequeñas medidas enfocadas al desarrollo local o mastodónticos proyectos se cuelan en la agenda pública. Unos ejemplos:
Almacén temporal centralizado: En Villar de Cañas (Cuenca) se construirá un cementerio nuclear para almacenar residuos radioactivos. Varias localidades optaron, todas motivadas por los incentivos económicos.
A favor: Creación de puestos de trabajo, la dinamización de la zona.
En contra: Este tipo de instalaciones suponen un riesgo para el entorno y un efecto negativo para el turismo.
Eurovegas: El magnate Sheldon Adelson ha decidido crear en España un macro complejo basado en el juego, a la manera de Las Vegas o Macao. Madrid y Barcelona se disputan la adjudicación que supondrá una fuerte inversión.
A favor: Muchos puestos de trabajo y el fomento del turismo.
En contra: Habrá que flexibilizar leyes ad hoc, la economía sumergida.
Marihuana: El equipo de Gobierno de Rasquera (Tarragona) convocó un referéndum para que el pueblo decidiera si quería implantar cultivo de marihuana con fines terapéuticos y de investigación.
A favor: La creación de puestos de trabajo y la dinamización de la zona.
En contra: Ir al límite en la legislación vigente y los aspectos ético-morales.
Basten estos ejemplos –aunque podrían ser muchos más- para situar la cuestión. Véase que los puntos a favor y en contra son casi siempre los mismos, la promesa de trabajo por un lado, y problemas medio ambientales – cívicos en general- por el otro. Grupos de presión buscan que estas iniciativas no salgan adelante mientras que sus defensores las presentan como una oportunidad de empleo muy necesarias en estos momentos.
¿Son positivas estas propuestas? ¿Hasta dónde estamos dispuestos a llegar por la expectativa de un empleo? ¿Las aceptarías en tu ciudad?
