Los monumentos erigidos tras la derrota del Absolutismo en honor a los mártires que habían dado su vida por la Nación, la Libertad y la Constitución, eran potentes símbolos urbanos de los nuevos valores cívicos y democráticos, y por ello presidian las plazas y espacios más nobles de las ciudades. Los almerienses, orgullosos de sus Mártires de la Libertad, los Coloraos de 1824, levantaron el Pingurucho para honrar su memoria.
Aunque el Franquismo, como enemigo de la Libertad, decidió machacarlo en 1943 y borrarlo de nuestra Plaza Vieja y de nuestra memoria colectiva, con la Democracia los almerienses volvieron a levantar el Monumento el Día de la Decencia Histórica de 1988, como lo calificó un periodista de la época.
Cuando el entonces alcalde, Ramón Fernández-Pacheco y su partido decidieron eliminar el monumento civil más importante de Almería de la histórica Plaza Vieja donde cobraba todo su sentido para convertirla en una plaza diáfana, demostraron no haber entendido en absoluto su significado. Y lo hicieron con el agravante de politizar un hecho de nuestra historia que debiera ser motivo de orgullo y de unión de todos los almerienses, descalificando además a todos los que protestamos contra una medida que faltaba al respeto a nuestra historia y nuestro patrimonio.
Amigos de la Alcazaba, como asociación rabiosamente independiente, ha luchado durante estos 6 años por los valores patrimoniales del Pingurucho en su entorno de la Plaza Vieja y junto con sus árboles. Desde el principio, cuando lideró en 2018 con la asociación Casco Histórico una plataforma de 18 organizaciones vecinales, sociales, culturales y ecologistas. Con concentraciones, debates públicos, alegaciones municipales (hasta 117 se presentaron), escritos, homenajes, recogida de firmas, su espinoso Chumbo Verde al Ayuntamiento. También por la vía judicial, con Bicentenario y Ecologistas en Acción, por la vía administrativa, presentando expediente de declaración Bien de Interés Cultural…
En esta justa lucha conseguimos la primera sentencia judicial favorable a que los árboles permanecieran en la Plaza Vieja, lo cual obligó al Ayuntamiento a replantear su proyecto de plaza diáfana. Sin embargo, la vía de protección patrimonial del monumento se ha mantenido bloqueada porque a alguien se le olvidó proteger el Pingurucho en el PGOU municipal (1998), que incomprensiblemente ni menciona su existencia. En todos estos años ni los ayuntamientos del PSOE (1991-1995 y 1999-2003) ni los del PP (1995-1999 y 2003 hasta hoy) han hecho nada al respecto, pese a nuestra reiterada solicitud de que fuera incluido en el catálogo municipal de elementos protegidos.
Tampoco desde la Consejería de Cultura, ni PP ni PSOE han movido un dedo para salvar al Pingurucho como patrimonio. Amigos de la Alcazaba presentó en 2021 un expediente para declaración BIC del Pingurucho, en base a totalidad de los valores que el monumento representa. Pero la Consejería de Cultura, en manos del PP, contestó con el silencio administrativo, mientras que otra anterior solicitud de la asociación del Bicentenario fue rechazada por el entonces delegado del PSOE, Alfredo Valdivia.
Pero, finalmente, en el tiempo de descuento de la Legislatura el Pingurucho se ha salvado y permanecerá en la Plaza Vieja. Gracias a la Ley de Memoria Democrática y a una resolución que incoa procedimiento de declaración como Lugar de Memoria Democrática. Si se cumplen los trámites previstos, su declaración definitiva tendrá lugar en el plazo máximo de un año, oportunamente y justo a tiempo de la conmemoración del bicentenario. El primero de los obstáculos ya se ha superado, al renunciar el Ayuntamiento de Almería, con buen criterio, a presentar alegaciones.
Después de conseguir mediante sentencia judicial la permanencia de los árboles, Amigos de la Alcazaba estamos enormemente satisfechos de que el Pingurucho permanezca en nuestra plaza de la Constitución. Y esto será posible gracias a Fernando Martínez López, Secretario de Estado de Memoria Democrática del Gobierno de España, que en un acto de voluntad política ha sido el impulsor de esta protección de nuestro monumento, al igual que fue el impulsor de la recuperación del Pingurucho en 1988, siendo entonces Concejal de Cultura.
Amigos de la Alcazaba hubiera deseado que nuestro Ayuntamiento y la Junta de Andalucía hubieran reconocido todos los valores de nuestro Pingurucho, protegiéndolo como BIC y en el PGOU, pero nos sentimos orgullosos del largo y fatigoso camino recorrido en estos 6 años junto a otras asociaciones ciudadanas, manteniendo viva la llama de la reivindicación y difundiendo los valores que el Pingurucho representa. Al final hemos conquistado lo que ya teníamos, una plaza Vieja con árboles y Pingurucho, realidad que nunca debió estar amenazada.
Firma: María Teresa Pérez, presidenta Asociación Amigos de la Alcazaba
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