Se trata de un nuevo injerto de empalme sin cotiledón con patrón de sandía pero con todas las resistencias de la calabaza. Hasta hoy era una utopía, un injerto perfecto en cucurbitáceas que nadie había sido capaz de conseguir, según Miguel Angel Zorrilla, responsable del semillero Acrena .
Con esta nueva técnica se asegura un prendimiento de casi el 100%. Este injerto se realiza con patrón de sandía pero con todas las resistencias de la calabaza, por tanto, la afinidad entre ambas plantas es perfecta. Por otro lado, se elimina tanto la raíz como los dos cotiledones al patrón y se consigue que se produzca la unión al mismo tiempo que emergen las nuevas raíces.
Ventajas de este nuevo injerto:
Mayor superficie de unión y más solida con mayor número de haces vasculares que en cualquier otro tipo de injerto.
Menos problemas de enfermedades puesto que al no existir cotiledón del patrón el cuello tendrá más ventilación para evitar Micophaerella u otras enfermedades como ceniza que suele comenzar por el cotiledón de la calabaza.
Imposible que salgan rebrotes del patrón puesto que se ha cortado este por debajo de ambos cotiledones.
Una vez conseguida la técnica para este injerto, se ha realizado varios ensayos en campo en distintas variedades y fechas para comprobar la producción y la calidad. En estos ensayos, los resultados obtenidos han sido sorprendentes ya que se ha probado que no solo mantiene las condiciones sino que las mejora, tanto en maduración (más precoz y más dulce) además de en producción.
