Mark Titterington, responsable de Syngenta para Europa, África y Oriente medio, señalaba que es un gran paso que Europa quiera invertir en investigación en agricultura 4.000 millones en el periodo entre 2014 a 2020, pero reclamaba también que esa inversión vaya de la mano de la que ya hacen las empresas y de la investigación que se realiza, por ejemplo, en las universidades. “Es necesario que para seguir avanzando haya más colaboración en propuestas de partnership”, decía.
Titterington se ha mostrado preocupado también por lo que ha calificado de “bloqueo mental” respecto a los beneficios que puede tener la incorporación de la tecnología en el sector agroalimentario. “Necesitamos liberar ese potencial que tienen los agricultores. Estamos en un entorno de regulación muy ceñido y restringido y necesitamos que exista una legislación que sea segura pero también sólida en el sentido de que permita la innovación”, señalaba.
El responsable de Syngenta para Europa, África y Oriente medio ha explicado que los retos de la agricultura para los próximos 40 años deben centrarse, principalmente, en producir alimentos en cantidad suficiente y que sean saludables y ha apuntado que ambas cosas son perfectamente factibles. “Europa tiene aquí un papel fundamental. Duplicar la producción de alimentos no es un problema y hacerlo de forma sostenible tampoco. Creemos que se podría incrementar la producción entre un 120 y 130%”.
Titterington ha expuesto algunas de las experiencias que la multinacional está llevando a cabo en Europa con trigo y en Estados Unidos con maíz, que han hecho aumentar las cosechas hasta un 25% en condiciones de gran sequía.