COAG Almería valora la situación actual en la provincia como “desastrosa. A la sequía hay que sumar, además, las heladas y ambas cosas están afectando a los cultivos. No ha llovido en condiciones desde la primavera pasada y esta sequía está afectando a todo. Si no llueve de forma abundante en el plazo de un mes estamos arruinados porque no va a haber cosecha ni nada”.
En el caso del cereal se le ha juntado el hielo y ahora la sequía, mientras que los almendros tempranos se han visto afectados por las heladas. “Todos los cultivos se van a ver afectados pero principalmente el cereal y aquéllos que son de secano”, afirman.
Otro de los sectores gravemente afectado en la provincia desde hace aproximadamente un mes está siendo la ganadería. “Estamos pidiendo ayudas… Que nos ayuden de alguna forma para poder comprar comida para los animales porque los tenemos de forma continuada comiendo del pesebre porque en la calle no hay nada. Los piensos están muy caros y es imposible tirar para adelante”, comentan desde COAG Almería de forma preocupante a la espera de que llueva en un plazo máximo de un mes para poder salvar la campaña.
Ámbito nacional
En él ámbito nacional, la sequía más aguda de los últimos 50 años pasa ya factura a las 5,1 millones de hectáreas de cereales de secano sembradas en España y a las 272.080 explotaciones ganaderas de vacuno (92.100), ovino (111.180) y caprino (68.800) [1]. Según los Servicios Técnicos de las diferentes uniones regionales de COAG, la ausencia de lluvias desde el pasado mes de noviembre ha provocado ya una pérdida media de rendimientos de entre el 30% y 60% en las siembras de cereales de otoño-invierno (trigo, cebada, avena, centeno). En las zonas más castigadas de Aragón, Cataluña y Navarra se da prácticamente por perdida. Si no llueve de forma regular en las próximas dos semanas, una cosecha estimada de 16 millones de toneladas podría quedar reducida a la mitad. (En 2005, año de sequía, la cosecha de cereales se situó en 8,9 millones de toneladas, según datos oficiales del Ministerio).
En ganadería extensiva, la práctica inexistencia de lluvias a partir del mes de noviembre ha provocado que una parte importante de los cultivos destinados a la alimentación animal haya tenido un desarrollo poco satisfactorio, muy desigual según las zonas, con problemas de nascencia de las semillas y gastos en abonado y mantenimiento que no han obtenido los resultados previstos. Por otro lado, las escasas precipitaciones producidas durante el mes de enero no han sido suficientes para corregir la situación actual, que se complica por las heladas de los primeros días de febrero y los fuertes vientos que contribuyen a secar aún más los pastos.
Las consecuencias económicas están siendo muy importantes en las explotaciones ganaderas. Ante la falta de hierba, los productores han tenido que suplementar al ganado con piensos y forrajes, con un alto coste difícil de asumir. De manera orientativa, el coste extra por vaca adulta ronda 1,20 € al día y el del ganado ovino y caprino, alrededor de 0,15 € por animal y día. Esto se traduce en un sobrecoste mensual (en explotaciones de tamaño medio) de 1.500-2.000 € en el caso del vacuno de carne y entre 2.000-2.500 € en el caso de los pequeños rumiantes. Sólo en vacuno, el sobrecoste diario para el conjunto de los ganaderos se eleva a 2,4 millones de euros.
En el caso de los cultivos de regadío, los efectos de esta sequía son indirectos, derivados del incremento en los precios del agua para riego y el coste de la energía (a lo que se le unirán las restricciones que están siendo anunciadas por las administraciones competentes). También hay que reseñar que la sequía provoca un empeoramiento general en la calidad de las aguas de riego (derivada de la necesidad de utilizar aguas con mayor conductividad, o hacer mezclas de agua “buena” y “mala”) así como efectos derivados de la propagación de plagas y enfermedades, que aumenta durante estos periodos de fenómenos meteorológicos y la pérdida de producción por frío.
Otro de los sectores más afectados es la apicultura. Si no llueve con regularidad antes de que finalice marzo, se perdería el 100% de la cosecha de miel y polen de primavera por la precariedad de las floraciones. Según los primeros cálculos realizados, los apicultores podrían perder 98 millones de euros, en base una producción prevista de 15 millones de kilos de miel y 1,5 millones de polen.
De continuar así, y dada la poca nieve caída, desde Coag indican que en el verano podría haber problemas de abastecimiento de agua para ganado y riegos. “Necesitamos el “agua de mayo” en marzo y abril. La falta de lluvias también repercutirá en la planificación de la siembra de primavera, tanto de cultivos hortofrutícolas como oleícolas y herbáceos, especialmente maíz y arroz. Los cultivos leñosos, tales como el olivar y viñedo, también notarán los efectos de la sequía, debido a que la falta de agua provocará un estrés hídrico, debilitando la planta, lo que repercutirá en su normal crecimiento” ha adelantado el Secretario General de COAG, Miguel Blanco.
Medidas urgentes
Ante este escenario, desde COAG creen necesario empezar a contemplar una serie de medidas para paliar los efectos de la sequía en el campo. De ahí, que desde esta organización se haya enviado una carta al Ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, en la que se le solicita la puesta en marcha de las siguientes medidas:
1) Creación de una Mesa de la Sequía, con participación de las administraciones y sectores afectados.
2) Reducción de módulos del IRPF por circunstancias excepcionales.
3) Financiación-bonificación de préstamos.
4) Exención en el pago de las cuotas de la Seguridad Social.
5) Equiparación del IVA compensatorio del sector ganadero al sector agrícola.
6) Ayudas al transporte de agua, cereal-pienso, paja y forrajes.