Más de medio centenar de personas se han manifestado este pasado lunes a las puertas de la Subdelegación de Gobierno y de la Delegación de Gobierno en Almería para pedir justicia por la muerte de Mohammed El Bouhaled de 27 años que falleció el pasado 18 de enero en el Hospital del Toyo tras haber estado sulfatando en un invernadero de Níjar.
Al parecer, según relata el Sindicato Obreros del Campo SOC-SAT ALMERÍA, Mohammed estuvo el 15 de enero toda la jornada sulfatando en un invernadero de Níjar. Al llegar a casa se sintió mal, con fuerte dolor de estómago, según ha relatado su esposa Nadia, embarazada de siete meses.
Tras acudir al Centro de Salud, Mohammed, continuó trabajando con los medicamentos que le enviaron, aunque el viernes empeoró y fue conducido de urgencias al Hospital del Toyo en donde falleció a los pocos minutos.
Desde el entorno familiar y desde el SAT se asegura que ha sido una muerte “por envenenamiento” y exigen a las administraciones que se haga justicia y se cumplan las medidas de seguridad laboral.
El SAT recuerda que desde hace años está denunciando “que no se cumplen las medidas de higiene laborales. Y que incluso se le obligan a muchos trabajadores, como en este caso, a trabajar tras acabar de sulfatar o comer el bocadillo dentro del mismo invernadero”.
La familia de Mohammed vive en el Barranquete, en Níjar. Este lunes se desplazaron a la capital con un centenar de compañeros y amigos para pedir «justicia» ante la Subdelegación del Gobierno y la Delegación de la Junta.
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