La Red de Alerta e Información Fitosanitaria (RAIF) ha informado este lunes en su página web de la presencia en estos momentos, en los invernaderos de Almería, del hongo Cladosporiosis (Fulvia fulva). Según publica la RAIF, «está presente en la mayoría de las parcelas de tomate en la provincia pero en niveles bajos.»
Cladosporium fulvum es el agente etiológico responsable de la cladosporiosis del tomate, una enfermedad que presenta una sintomatología en hojas caracterizada por la aparición de manchas amarillas en el haz y marrones en el envés en correspondencia con las amarillas del haz.
En ataques graves, gran parte de la superficie foliar queda inutilizada para realizar la fotosíntesis, lo que se traduce en un descenso en el rendimiento y la calidad del fruto.
C. fulvum normalmente ataca a cultivos bajo plástico pero su control es simple, ya que es sensible a los fungicidas de uso más común y la mayoría de las variedades de tomate cultivadas disponen de genes de resistencia introducidos a partir de especies salvajes resistentes del género Lycopersicon mediante programas clásicos de mejora.
Por lo tanto, desde un punto de vista económico C. fulvum no es un problema importante.
Condiciones climáticas
Las temperaturas que favorecen el desarrollo de esta enfermedad van de 20 a 25 ºC y una humedad relativa superior al 80%. La incidencia de ésta disminuye de forma muy importante al limitarse los períodos de humedad relativa alta.
Difusión
El hongo puede sobrevivir en restos vegetales, en el suelo y sobre las estructuras del invernadero.
La propagación se realiza por el viento y la penetración en la planta se realiza a través de los estomas.
Los órganos que no tienen estomas como los frutos no son susceptibles, ya que el hongo no puede penetrar directamente.