viernes, 19 abril 2024

La exportación acapara el 69,5% de la producción hortofrutícola de Almería y compensa la débil demanda interna

29 noviembre 2012
Almería

Un momento de la presentación del informe.

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Según el informe de la campaña 2011/12 elaborado por la Fundación Cajamar, la producción total ha crecido este año un 5,6% hasta las 2.973.614 toneladas, nuevo máximo de producción para Almería

La Fundación Cajamar ha presentado el análisis de la campaña hortofrutícola de Almería y como es habitual lo ha hecho con datos más que significativos. En este sentido, este informe recoge que, a pesar de la situación económica y de freno en la demanda interna, hay aspectos que invitan al optimismo. De esta manera, y tal y como señalan desde Cajamar, la superficie cultivada en la provincia ha alcanzado las 29.991 hectáreas, rompiendo con la tendencia a la baja que se arrastraba desde 2006. Esto se ha traducido en una mayor superficie de cultivo. Se ha estimado que, teniendo en cuenta los diversos ciclos, se han puesto en producción 46.140 hectáreas, un 3,4% más.

Así lo han indicado el director del Servicio de Negocio Agroalimentario y  Cooperativo, Roberto García Torrente y el director del Servicio de Estudios del Servicio de Negocio Agroalimentario y Cooperativo, David Uclés, durante la presentación del informe. Ambos  explicaron que «la producción total ha crecido este año un 5,6% hasta las 2.973.614 toneladas, cifra que supone un nuevo máximo de producción para la provincia».

Según señala el informe, el tomate sigue siendo el producto estrella, aunque registra un retroceso del 5,7% con respecto a la campaña anterior. Por su parte, el pimiento, que este año alcanzó las 558.672 toneladas , afianza su segunda posición. De hecho, todos los productos, excepto el tomate, registran en esta campaña aumentos de producción, destacando especialmente la judía verde que ha registrado un significativo avance del 87, 8%.

Por otro lado, desde la Fundación Cajamar han asegurado que ante la falta de dinamismo del mercado nacional, las comercializadoras provinciales se han volcado en los mercados exteriores, alcanzando una cifra conjunta de expediciones de 2.067.803 toneladas, lo que supone un nuevo registro récord con respecto a la serie histórica y asciende ya al 69,5% de la producción total. Además, en términos de valor, que es el que luego se convierte en renta, el resultado de la venta de los productos supuso un total de 1.413.415 euros, es decir, un 6,15 más que el año anterior.

E-coli olvidada
Superado el bache de la E-coli y ante la situción actual, de una demanda débil por parte del consumidor, el informe muestra que la agricultura ha mantenido una actitud «firme» y se ha postulado como el único sustento de la economía de la provincia. Los crecimientos apuntados se deben a que el agricultor ha apostado más por extraer provecho a sus recursos que a ampliar superficie. Además el estudio revela que se ha intensificado el cultivo. De hecho, muchos productores han recurrido al doble ciclo para maximizar los ingresos de sus explotaciones al mismo tiempo que muchos de ellos y sus familiares, motivados por la carestía de la mano de obra, han resuelto el salario con un pago en especie y no dinerario.

Lo que también destaca el informe es que los gastos aumentaron en un 0,4%, principalmente por las semillas y plantones, aunque contrarrestados por los costes del control biológico, que ha experimentado un abaratamiento.

Cuestiones a resolver

Entre las cuestiones a resolver por el campo almeriense según el informe de Cajamar se encuentran las presiones por el aumento de la competencia, ante lo cual se recomienda continuar avanzando en las mejoras institucionales que permitan fortalecer el conjunto del sistema, así como los elementos que lo conforman: agricultores, y comercializadoras. Por esta razón es más que necesario que proyectos ley que el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente elevó al Consejo de Ministros en octubre pasado puedan entrar en vigor en esta misma legislatura, pues recogen medidas para la transformación de la cadena de distribución agroalimentaria, que permitirían reeequilibrar el poder entre los distintos eslabones.  De hecho, el informe hace especial hincapié en que Almería debería transmitir al Ministerio la urgencia de poner en marcha estos proyectos ley, al tiempo que se ha de preparar ya que nunca antes habia existido un clima tan favorable para propiciar el crecimiento dimensional de las empresas comercializadoras.

La Ley de fomento de integración cooperativa busca aumentar el tamaño y la modernización de los agentes del principio de la cadena, mientras que la Ley de medidas para mejorar el funcionamiento de la cadena agroalimentaria persigue reequilibrar su funcionamiento, haciéndola «más eficaz y transparente».

Este análisis de la campaña destaca también como elemento fundamental, cuidar la confianza que confieren los consumidores finales a los productores. Según asegura el informe, «una vez superada la crisis de la bacteria E-Coli y teniendo en cuenta que las alertas alimentarias dejan poso en la memoria de los consumidores, es importante continuar con una actitud responsable y seguir trabajando en sistemas de cultivo respetuosos con el medio ambiente y la salud de los consumidores».