Además de servir para cultivar hortalizas en invierno, los invernaderos de Almería también son útiles como foco de atención turística, escenarios naturales para series de ficción, aulas de formación y, como última novedad, taller terapeutico para personas con discapacidad adquirida.

La empresa Clisol Agro en El Ejido ha puesto a disposición de los miembros de la Asociación de Daño Cerebral Vivir un huerto en la parte más accesible de su finca, totalmente adaptada para recibir visitas de personas con discapacidad en la que se han cultivado judias verdes y tomates ecológicos.
Muchos de los participantes en el programa habían sido agricultores antes de sufrir el accidente que los ha dejado en situación de discapacidad por lo que “volver a sentirse útiles en algo en lo que se han criado y les gusta, les ilusiona mucho en comparación con otras actividades que programamos durante el año”, asegura Loli Olivencia, responsable de la Unidad de Estancias Diurnas de la Asociación Vivir.
“Es muy reconfortante vivir como en un invernadero se cultiva integración, satisface ver como en el rato que pasan aquí se refuerzan mucho sus habilidades sociales, compartiendo inquietudes con el grupo, por eso, cuando vienen siempre les reservo un tiempo para explicarles cosas de la plantación y degustamos juntos los productos ecológicos que aquí producimos”, asegura Lola Gómez Ferrón, directora gerente de Clisol Agro.