jueves, 18 abril 2024

Francisco Casero explica en Almería las razones de su huelga de hambre

20 febrero 2014
Almería
Francisco Casero. ecovalia

Francisco Casero tras la rueda de prensa en Almería

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Tras ocho días de huelga de hambre, el presidente de Ecovalia ha repasado uno a uno, en rueda de prensa, los motivos de su decisión.

La de Francisco Casero es la historia de un emigrante andaluz que tuvo la suerte de regresar joven y que nunca ha podido ni ha deseado dejar de implicarse en los problemas de su tierra y de sus gentes, de la gente del campo. Fue un miembro activo de la transición española reivindicando el trabajo de los jornaleros con la creación del Sindicato de Obreros del Campo, con la defensa del medio natural y la participación en organizaciones ecologistas, para desde el año 1993 presidir el Comité Andaluz de Agricultura Ecológica, en un momento en el que la producción ecológica era una utopía pero que ha llevado veinte años después a Andalucía a ser el líder europeo en este sector con más de la mitad de la producción española.

“… nunca he podido permanecer al margen de los problemas de mi gente y de mi tierra. Los conceptos de dignidad, honestidad, rebeldía, compromiso y mentalidad de esfuerzo han estado presentes en todo lo que he hecho. Un sueño permanente por una sociedad de valores y de convivencia”.

Con aspecto sereno, afable y vigoroso, el presidente de la Asociación Valor Ecológico ha convocado un encuentro con periodistas en el Gran Hotel de Almería explicando los motivos que le han llevado a iniciar la huelga de hambre pasado miércoles día 12 de febrero. Tal y como se refleja en su manifiesto titulado ¿Un sueño frustrado?, Francisco Casero ha ido repasando los problemas sobre los que a su juicio es necesario reflexionar, relacionados con la sociedad en general y con la producción agroalimentaria de Andalucía de forma concreta.

“…tenemos una tasa de paro, la mayor de la Unión Europea y que desaparecen más empresas que se crean, seguimos construyendo una estructura normativa que nos abruma y que nos domina, que da soporte a una burocracia que frena el desarrollo empresarial y social…”

Ha reclamado la aplicación efectiva de las medidas de reducción de la burocracia como forma de dinamizar las empresas andaluzas y una administración al servicio de la sociedad, una normativa específica para la pequeña empresa cuya creación se ve impedida por una legislación imposible de cumplir a nivel de las grandes industrias y que a pesar de tratarse de transposiciones europeas en otros países se aplica de forma distinta permitiendo a la industria familiar competir en igualdad de condiciones.

“… se ha fomentado una corrupción generalizada, y remarco lo de generalizada, porque en ella están los políticos que la idearon, los que la ejecutaron, los comisionistas…”
“La ilusión que creó el debate de la nueva Política Agraria, se ha convertido en frustración… ¿Se ha oído hablar de la producción ecológica en todo el proceso de negociación de la nueva PAC?”

Casero reclama un programa claro del desarrollo para la agricultura ecológica en Andalucía, haciendo una exposición de la situación crítica que la ganadería ecológica y su importancia para el sector económico andaluz. Señala que la Comisión de la Unión Europea está concienciada y ha apostado por la producción ecológica más que el gobierno español que ni siquiera la ha tenido en cuenta cuando es el sector que más está creciendo y que necesita apoyo para que continúe haciéndolo, ante la pasividad de los distintos sectores y organizaciones que están aplaudiendo un reparto de fondos que al contrario de lo que con ellos se pretende, crea más desigualdades.

“No podemos seguir viendo como nuestra sociedad, nuestros valores se siguen deteriorando. Hay que decir NO, es necesaria otra política, otro comportamiento y que los Derechos no pueden ir sin Deberes. El esfuerzo, la responsabilidad y la participación son necesarias para ofrecer algo mejor a nuestros hijos y nietos”.

Lo más importante es que se cree un debate en la sociedad, perder el miedo, poner los problemas encima de la mesa por encima de enfrentamientos partidistas y que aunque sean los políticos como máximos representantes los que tomen decisiones, sea la sociedad civil la que adquiera conciencia y se genere el debate que sea capaz de producir un cambio.

Francisco Casero explica, mientras quiebra su voz de la emoción, que él es una persona afortunada, que no necesita nada y con 66 años tiene más de lo que se merece: el cariño de su familia, el respeto de mucha gente, gran cantidad de amigos, alguno de los cuales lo están acompañando estos días… Pero adquirió un compromiso democrático que se está viendo truncado, y se pregunta “qué sociedad le vamos a dejar a los jóvenes”, si la solución será continuar con el empobrecimiento a todos los niveles y seguir emigrando.

A la cuestión que todo el mundo se pregunta, Casero contesta:

“Yo empezaré y terminaré cuando considere oportuno, no solo es no comer, el itinerario está siendo muy duro, tengo una familia que me apoya al cien por cien, aunque está siendo muy difícil, tengo amigos por todos sitios; ayer fue hermoso en Cúllar, esta noche estaré en Chirivel. No sé como agradecer todo, porque no tengo nada y lo tengo todo, lo que poca gente tiene, soy un privilegiado, pero eso sí, con la responsabilidad que eso conlleva”.