El Índice de Precios en Origen y Destino (IPOD) de los alimentos de agosto elaborado por la organización agraria COAG y las organizaciones de consumidores UCA-UCE y CEACCU muestra que durante ese mes los consumidores pagaron cuatro veces más por sus productos que el precio percibido por el agricultor. Pese al ligero descenso del diferencial de precios entre origen y destino con respecto al mes de julio, en agosto, los consumidores españoles continuaron pagando por sus alimentos mucho más de lo que percibieron los agricultores.
Aunque la diferencia es considerable en casi todos los productos, el alimento donde más se ha notado este diferencial es en el calabacín, ya que en origen los agricultores han percibido 0’16 céntimos por kilo de producto, mientras que los consumidores han pagado 8’38 veces su valor en origen estableciéndose el precio en 1’34 euros por kilo.
Además, los productores han percibido 7 céntimos menos por kilo de calabacines con respecto al mes de julio, rebaja que no han notado los consumidores que han seguido pagando el mismo precio. El índice porcentual ha pasado de un 483% a un 738%. De hecho, y viendo estos números no es de extrañar que los productores aseguren que no han podido cubrir los costes de producción.
Otros productos también han tenido diferenciales importantes. Este es el caso del pimiento verde que se disparó hasta el 534 %, mientras que los diferenciales en la berenjena, el tomate o el pepino se incrementaron más del 300%.