La organización agraria ASAJA ha presentado esta semana una propuesta para que la Comisión Europea paralice las negociaciones sobre el acuerdo con Mercosur. La propuesta de ASAJA se ha realizado en la reunión del Grupo de Trabajo de Cítricos celebrada en Bruselas y se fundamenta en los propios informes de la Comisión Europea que reflejan las trabas a la inversión y las restricciones al transporte marítimo y a la exportación de materias primas llevados a cabo por Brasil y Argentina durante el último año. Respecto a los incumplimientos de años anteriores, no ha habido mejoras.
En el segundo Informe Anual sobre las trabas a la inversión y al comercio elaborado por la Comisión Europea y publicado en el mes de febrero, la propia Comisión denuncia barreras al comercio, incluidas las políticas proteccionistas y las restricciones al transporte marítimo y a la exportación de materias primas por parte de los países arriba citados.
De las barreras identificadas en 2011, el estudio denuncia que no hubo mejoras en los países del MERCOSUR (Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay) que además continuaron con algunas de sus prácticas proteccionistas.
Además y según Asaja, a estas situaciones «debemos sumar las trabas al comercio exterior impuestas por Argentina en el primer trimestre de 2012, unas prácticas que han conseguido que el crecimiento de las importaciones de este país fuera del 0% respecto al mismo periodo del año anterior, cuando hasta ese momento venían creciendo a una tasa del 36%. Hay que recordar que Argentina es el único país de MERCOSUR que implementa controles a las importaciones».
Por si esto no fuera suficiente, Argentina se propone plantear, el próximo 28 de junio en Mendoza, al resto de miembros de MERCOSUR aumentar al 35% (lo máximo permitido por la OMC) el arancel externo (AEC) que pagan terceros países para los productos que entran en cualquiera de los cuatro países miembros de MERCOSUR. Esta tasa o arancel se estableció en 1994 en el 22 %, fruto del acuerdo de Ouro Preto.
Para la organización agraria, la idea del gobierno argentino y que ha sido ya expuesta por su ministro de Asuntos Exteriores, Hector Timerman, es utilizar dos varas de medir. Por un lado, aplicar una tarifa inferior al 35% para países con acuerdo de comercio abierto, caso de Chile, Venezuela, Colombia y Perú y por otro, aplicar el 35% a otros países terceros, como es la Unión Europea.
Desde ASAJA «consideramos que ante la evidencia de los datos presentados existe una clara orientación, sobre todo por parte de Argentina, a poner en práctica restricciones a las importaciones, por lo que instamos a la Comisión Europea a paralizar las negociaciones que tiene abiertas con MERCOSUR ya que no se garantiza las más mínima reciprocidad en las actuaciones del gobierno argentino».