martes, 8 octubre 2024

Agricultura aconseja cómo tratar los cítricos afectados por las heladas en el Alto Almanzora

30 abril 2012
Albox
naranjo heladas almanzora

Vista de un naranjo dañado por las heladas registradas en el Alto Almanzora.

Comparte esta noticia en tus redes

La Oficina Comarcal Agraria de Albox informa de las prácticas de cultivo más recomendables

La Oficina Comarcal Agraria del Alto Almanzora (Albox), de la Delegación de Agricultura y Pesca, ha elaborado un documento con consejos para tratar los huertos de cítricos afectados por las heladas registradas en la comarca en los meses de febrero y marzo, con el fin de favorecer su recuperación.

El documento, en el que se incluyen las prácticas de cultivo más recomendables, de acuerdo con los daños, está siendo distribuido directamente entre los propietarios de explotaciones de cítricos, así como en ayuntamientos y cooperativas de la comarca. Asimismo, los interesados en obtener información, pueden hacerlo en la sede de la OCA, en Albox, o bien llamar al teléfono 950 639 694.

Los consejos contemplan las prácticas a realizar en el caso de árboles con daños sólo en las hojas, o en ramos de producción, en ramas secundarias o principales, así como en plantones. De esta manera:

En árboles con daños en las hojas:

En este caso sólo se ven afectadas las hojas, pero no las ramas. Cuando la parcela sólo presente estos síntomas hay que procurar no realizar la poda hasta que el árbol se vista, y entonces hacer una poda normal. Las otras prácticas, tales como abonado, riegos y labores, deberán ser las usuales en dosis y épocas, tal y como se tendría previsto, de no haber ocurrido la helada.

En los casos en que los frutos no tengan valor comercial, es conveniente eliminarlos.

Árboles con daños en ramos de producción:

Se refiere a las ramas donde se asentarían los brotes. Puede ocurrir que unas partes conserven hojas y otras las tengan dañadas y secas, normalmente hay desecación y muerte descendente en uno o dos palmos de las puntas de los ramos.

En otras partes del árbol, habrá hojas dañadas que caerán posteriormente. En el interior del árbol y en faldas resguardas pueden quedar hojas intactas.

La poda deberá retrasarse en espera de la reacción del árbol, que nos definirá exactamente las zonas dañadas. En su ejecución, se procederá a una poda normal y posteriormente a la eliminación de resecos por la parte sana.

Si en condiciones normales siempre es recomendable fraccionar el abonado, con mayor motivo en este caso. La aportación de primavera se hará en dos aplicaciones, para favorecer al máximo su absorción y evitar las pérdidas por lavado.

En cuanto a riegos, es aconsejable que sean de poco caudal, a fin de evitar encharcamiento que puedan producir asfixia radicular. Debe tenerse en cuenta la disminución de necesidades en agua y nutrientes de árboles desfoliados hasta su total recuperación.

Las labores, en caso de realizarse, serán superficiales para no dañar las raíces superficiales, y los tratamientos irán dirigidos fundamentalmente al control de pulgones, ácaros y minador, pues como consecuencia de una mayor emisión de brotes, resultará más notorio el efecto perjudicial de estas plagas. Contra pulgones emplearemos: Pirimicarb, Dimetoato, Metil Clorpirifos……, contra ácaros: Abamectina, Hexitiazox, Flufenoxuron….., y contra minador: Abamectina, Imidacloprid, Hexitiazox……, en todos los tratamientos deberán seguirse de forma estricta las indicaciones de las casas comerciales.

Daños en ramas secundarias:

Si están dañadas las ramas que soportan la producción, es previsible que la próxima cosecha esté seriamente comprometida. Con esta intensidad de daños, hay pérdida de ramaje y, por tanto, pérdida total de algunas ramas de producción.

La poda deberá realizarse en dos fases: Una primera para eliminar partes muertas, sin llegar a la parte sana (dejar “tocón”) evitando la progresión del reseco. En una segunda fase, a realizar en verano, con el árbol ya cubierto de hojas, se procederá a una “poda en verde” con aclareo de brotes, eliminación de los tocones cortando por lo sano y destacar
guías.

La dosis total de abonado debe reducirse proporcionalmente al daño y por supuesto, fraccionar el mismo en varias aportaciones. Reducir los riegos y realizar labores superficiales abundantes caso de no practicar el no cultivo. Conviene suprimir el tratamiento de invierno y no emplear aceites minerales en ningún momento.

Daños en ramas principales:

Retrasar la poda un año. Después de la espera hay que proceder a elegir los brotes para formar el árbol, eliminando los restantes sin causar desequilibrios. Cuando los brotes tengan suficiente envergadura para poder recuperar el tiro normal del árbol, habrá de eliminarse los restos de las ramas heladas por la parte sana, dejando “tirasavias”.

Para evitar quemaduras por el sol es conveniente recurrir a la protección de los troncos; entre los muchos métodos a emplear el más aconsejable es pintar con productos comerciales al efecto, pues las protecciones basado en pajas, papel, entre otras., aunque pueden ser válidos, constituyen un refugio para los insectos. (Formulados basados en sulfato de cobre y sulfato de zinc, neutralizados con cal, pueden ser muy apto para estos casos).

Plantones:

En los plantones que han sufrido la helada, pero que conservan la variedad, podremos reconstruirlos sin grandes problemas, con los brotes emitidos de la parte del injerto que aún quede sin dañar (Cuidado con el ataque del pulgón y minador).

Los plantones afectados que hayan perdido la variedad, debemos considerar se es más rentable reconstruirlos a base de destacar un brote nuevo y reinjertar en su momento con material vegetal apropiado o, por el contrario, proceder a una nueva plantación.

Asimismo, los citricultores ecológicos deberán seguir los mismos consejos en cuanto a las practicas de cultivo recomendadas, por lo que respecta a los tratamientos deberán adecuar los productos según un manual de productos admitidos.