El Partido Animalista PACMA se ha hecho eco de la noticia emitida por la Federación Animalista de Almería anunciando la muerte de un gato a manos de un ciudadano de avanzada de edad que, presuntamente, habría animado a su perro a perseguirle y atacarle hasta quitarle la vida.
El felino, perteneciente a una colonia controlada (esterilizada, atendida y alimentada) ubicada cerca del Centro de Actividades Náuticas, era dócil y se acercaba a los transeúntes. El animal se dejaba acariciar, por lo que se confió de este hombre que procedió a soltar a su perro y, según las fuentes, no hizo nada por evitar que este le mordiese y zarandease hasta la muerte.
Desde la Federación Animalista de Almería han transmitido un emotivo comunicado que explica la dureza de la vida de un gato callejero y de quienes entregan tiempo, dinero y esfuerzo en el cuidado y mantenimiento de las colonias felinas: «las personas que andamos en esto de cuidar gatos que viven en nuestras calles sabemos lo expuesto que es cada mañana o noche, cuando nos acercamos a la rutina de cada día y tememos encontrarnos un gato enfermo, atropellado, perdido, etc… solo nosotras sabemos el pellizco que nos encoge el alma… racional o no, es nuestro y tenemos todo el derecho del mundo a sentirlo, nadie puede discutirlo porque es real y muy doloroso».
Asimismo, la Federación ha anunciado que denunciará los hechos: «este ciudadano, haciendo gala de cero empatía y sobrada prepotencia, es el que conscientemente inflige un daño a un ser inocente cuyo único delito era estar tranquilamente tomando el sol, no tenemos más remedio que denunciar tales actitudes y así lo vamos a hacer».
Han sido contundentes en la conclusión de su publicación afirmando que las fuerzas del orden debe actuar igual para todos: es imprescindible «que la policía atienda la llamada de auxilio de la cuidadora, y la Ley sea igual de exigente con estos actos de crueldad hacia los animales que con un coche aparcado en doble fila: implacable».
PACMA muestra su apoyo a la Federación y condena los hechos, que parecen repetirse con frecuencia entre los animales más vulnerables que habitan las calles. En lo que va de año, se han registrado varios ataques a colonias felinas en ciudades como Valladolid, Salamanca o Benidorm, siendo uno de los casos más recientes, precisamente, en la provincia de Almería, donde un gato con una botella recortada y pegada a la cara con adhesivo terminaba por fallecer tras su rescate.
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