Este lunes ha quedado abierto el aparcamiento de levante de la Universidad de Almería. Situado entre la biblioteca y el edificio de Ciencias de la Salud, el aparcamiento cuenta con un parque fotovoltaico que supondrá un aporte anual al sistema eléctrico de más de 1,176 megawatios hora, lo que equivale al consumo eléctrico de más de 500 familias.
Para la Universidad de Almería esto supone una firme apuesta por las energías renovables, la sostenibilidad y la educación en sistemas energéticos avanzados. La sustitución de energía convencional por energía solar llevará consigo un importante ahorro en las emisiones contaminantes a la atmósfera, fundamentalmente de CO2, aunque también de óxidos nitrosos y derivados del azufre, en una cuantía superior a 17.500 toneladas en su vida útil.
Toda la energía que se produzca desde la planta solar será administrativamente contabilizada como energía transferida a la red eléctrica, aunque en la práctica, toda la energía producida será consumida por las instalaciones de la propia Universidad de Almería, evitándose así pérdidas por transporte y haciendo posible un consumo más eficiente. En términos económicos, la Universidad percibirá en los próximos años una cantidad superior a 500.000 euros en concepto de canon de producción y ha permitido el empleo de más de 1.600 jornadas de trabajo de empresas locales.
La construcción de la planta ha supuesto una inversión total superior a los 2,5 millones de euros, y su gestión correrá a cargo de la empresa Elsamex. En la actualidad no existe ningún proyecto similar en el ámbito universitario español y supone un paso adelante en la política de la Universidad que ya en su día apostó por este tipo de energías como demuestra su convenio con el CIEMAT para la creación del Centro de Investigación para la Energía Solar (CIESOL).
Cargadores para coches eléctricos
El Vicerrectorado de Infraestructuras, Campus y Sostenibilidad está evaluando la instalación de varios puntos de recarga de vehículos eléctricos, en beneficio de la movilidad eléctrica. Los puntos de recarga dispondrían de un terminal inteligente con sistemas avanzados para la identificación del usuario y dispositivos de seguridad para carga rápida y semi-rápida. Este proyecto se encuentra todavía en estudio de viabilidad y está condicionado al volumen de demanda del servicio que se vaya generando.