La entidad almeriense Cajamar, actualmente inmersa en el proceso de integración con la valenciana Ruralcaja para crear Cajas Rurales Unidas, ha completado este jueves la fusión con Caja Rural de Castellón. Ha sido en un acto en el que los presidentes de ambas entidades, Antonio Pérez Lao e Ignacio Ferrer Ros de Ursinos, respectivamente, han estampado su firma, después de que dicha fusión fuera aprobada por sus socios el pasado 10 de mayo.
La entidad castellonense aporta a Cajamar 20 oficinas, 100 empleados, más de 18.000 socios, 61.000 clientes y 737 millones de euros de negocio gestionado.
Caja Rural de Castellón es la quinta entidad que se fusiona con Cajamar en los últimos cinco años, tras las fusiones efectuadas en 2007 con Caja Rural del Duero, en 2010 con Caixa Rural de Balears, en 2011 con Caja Campo, y en 2012 con Ruralcaja.
Cajamar y la valenciana Ruralcaja prevén cerrar su fusión en diciembre, una vez obtengan las autorizaciones de las autoridades españolas y europeas. Esta fusión supondrá la constitución de una nueva entidad, Cajas Rurales Unidas, cabecera de un grupo cooperativo que estará formado por veintidós entidades que representan en torno al 50 por ciento de los activos y del negocio del sector de las cajas rurales españolas.
El nuevo grupo cooperativo, fruto de la suma del Grupo Cooperativo Cajamar y CRM, éste último liderado por Ruralcaja, contará con 40.000 millones de euros en activos y un volumen gestionado de unos 65.000 millones.