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Medio siglo de juego en España: de las quinielas a los casinos online

12 junio 2019
Nacional
Casino

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El juego fue despenalizado en España el 7 de marzo de 1977. Ese día, el Boletín Oficial del Estado, BOE, publicaba un Real Decreto-ley por el que se regulaban los aspectos penales, administrativos y fiscales referidos a los juegos de suerte, azar y apuestas.

En el mundo existen actualmente casi 4.400 millones de usuarios de Internet, el 57% de la población; y el 67% tiene un teléfono móvil, un 2% más que en el año 2018. En España, el 93% de la población es ya internauta, el 60% de los usuarios utiliza las redes sociales y el 11% juega online, según reflejan los datos del último informe de tendencias digitales y redes sociales.

Si analizamos estos datos con perspectiva podemos calibrar la importancia de estas cifras. En España, hace menos de cincuenta años hacer apuestas era ilegal y, por supuesto, no existía Internet. El perfil del apostante español se ha visto modificado con la irrupción de las casas de apuestas por internet, que han contribuido decisivamente a que haya bajado su media de edad de 45 a 30 años. Los millenials han crecido y se han educado con las nuevas tecnologías, y en ellas el juego está presente de forma constante.

Los aficionados al juego hoy, son de hecho aficionados a jugar por Internet y especialistas en encontrar ofertas de tiradas gratisen casinos, y estamos muy lejos de haber vivido la época en la que por jugar al póker en este país te multaban con 20.000 pesetas.

Legalización del juego
El juego fue despenalizado en España el 7 de marzo de 1977. Ese día, el Boletín Oficial del Estado, BOE, publicaba un Real Decreto-ley por el que se regulaban los aspectos penales, administrativos y fiscales referidos a los juegos de suerte, azar y apuestas.

Por aquel entonces, el Gobierno reconocía expresamente el fracaso, en España y fuera de nuestras fronteras, de los métodos de prohibición absoluta del juego, «que en la realidad han convivido con situaciones de tolerancia o de juego clandestino generalizado, con más peligros reales que los que trataba de evitar la ley que prohibía, aun cuando el espíritu tutelar de Estado y la idea de los peligros que el juego encierra no han variado”, señalaba.

En el argumentario del Ejecutivo se hablada de un cambio de conducta de la sociedad del momento, de la experiencia en países vecinos e incluso del efecto llamada que los casinos autorizados tendrían para el turismo, y todo ello aconsejaba la legalización del juego en nuestro país.

El citado Decreto modificaba el artículo 349 del Código Penal, que afectaba a banqueros y empresarios de compañías de juego no autorizadas, a los que aumentaba su sanción con arresto mayor y multa de hasta dos millones de pesetas; así como inhabilitación y 20.000 pesetas de multa para los jugadores de casas de apuestas no autorizadas. El artículo despenalizaba por tanto a jugadores y propietarios de casas autorizadas.

Para desarrollar el Decreto, las competencias eran de las autonomías, que adoptaron medidas similares en cuanto a mantener a los casinos a una determinada distancia del centro de las ciudades.

Hasta el año 2000, el número de jugadores fue creciendo en España, sobre todo en casinos, bingos, salones de máquinas recreativas y empresas de apuestas deportivas; negocios que se fueron acercando a los cascos históricos de las grandes ciudades primero, y luego a la casi totalidad de municipios a medida que las Comunidades Autónomas se volvían más permisivas. En Madrid se abrió la primera casa de apuestas presencial en España, allá por 2008.

Corría el año 2000 cuando llegó a España el juego online, y desde entonces han proliferado un gran número de empresas con ofertas y promociones, así como con los mejores bonos de casino. La revolución de los teléfonos inteligentes ha favorecido aún más el auge de los casinos en línea y de las casas de apuestas por internet.

La necesidad de regular un negocio millonario en el que participaban miles de operadores llevó al Gobierno a redactar la Ley de Regulación del Juego en 2011. Previamente se había creado la Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas del Estado, Ley 39/2010, para separar el ente regulador del operador de juegos. La Ley 13/2011 trajo consigo el definitivo estallido del negocio, que en 2017 movió más de 21.000 millones de euros.

El sector del juego también ha evolucionado en los últimos años a medida que se ha rebajado la edad del apostante típico. El bingo y el póker han perdido posiciones y operadores en favor de las apuestas deportivas online y de los juegos de casino por Internet. El póker se estancó tras el boom que había experimentado a principios de la década pasada, mientras que el bingo vio interrumpida su tendencia positiva desde que estalló la crisis.

En total, casi un millón y medio de jugadores apuestan actualmente a través de Internet, según los registros de la Dirección General de Ordenación del Juego, en un país de cuarenta y seis millones de habitantes.

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