lunes, 25 septiembre 2023

De la desertización a la regeneración: estrategias agrícolas para combatir los efectos del cambio climático en Almería

20 abril 2023
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Agricultura Almería

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Ahora mismo, en la provincia de Almería se está viviendo una situación de sequía bastante preocupante, la cual amenaza a los cultivos que se siembran en la región, una de las más productivas de Europa.

Ahora mismo, en la provincia de Almería se está viviendo una situación de sequía bastante preocupante, la cual amenaza a los cultivos que se siembran en la región, una de las más productivas de Europa.

Además, se han unido los efectos del cambio climático, como la desertización y la degradación del suelo, que están poniendo en dificultades a los agricultores, puesto que ven que su negocio puede que no sea sostenible a largo plazo.

El uso de bioestimulantes y biofertilizantes puede ayudar

De manera directa, no es posible hacer mucho contra la sequía, pero sí que se puede actuar enfrentándose a los problemas del suelo gracias al uso de bioestimulantes y de biofertilizantes. Los bioestimulantes ayudan a la planta, estimulando los procesos naturales y optimizando el crecimiento de esta, para lo cual mejora la resistencia al estrés abiótico.

En cuanto a los biofertilizantes, son una alternativa a los abonos tradicionales, ya que se componen de organismos vivos que consiguen que la planta tenga una mayor disponibilidad de nutrientes. De este modo, ambos productos pueden ser muy beneficiosos en el contexto que se vive ahora mismo en Almería, pues mejoran la calidad del suelo, lo regeneran y promueven la retención del agua.

A su vez, tanto los biofertilizantes como los bioestimulantes hacen que los cultivos dependan menos de los fertilizantes químicos, los cuales ya sabemos que no son los mejores para el medioambiente, puesto que contaminan el agua, que es un bien muy escaso.

Se están llevando a cabo más estrategias para mejorar el suelo

Almería es una de las zonas de Europa en donde se hace un uso más intensivo del suelo, y eso ha conducido a la degradación de este. Por eso, actualmente, se están llevando a cabo una serie de acciones como la cobertura vegetal del suelo, ir cambiando los cultivos de sitio (la rotación que se lleva haciendo milenios en la agricultura extensiva) o la siembra directa.

Todo ello, combinado con los biofertilizantes y los bioestimulantes, está consiguiendo que el suelo se regenere, mitigando los efectos del cambio climático poco a poco.

Esto no se puede hacer sin planificación ni ayuda profesional

Estas estrategias no se pueden llevar a cabo sin planificación, ya que hay que estudiar muy bien el suelo, las condiciones climáticas y las características del sistema de cultivo.

Los agricultores deben contar con la ayuda de los técnicos en todo momento, que serán los que se encarguen de formarlos en estas nuevas maneras de cultivar, las cuales ahora son muy novedosas.

Hace falta voluntad política

Estamos hablando de una transición, de un cambio hacia una nueva forma de hacer las cosas, pensando en que la agricultura sea sostenible, que vaya regenerando el suelo y que este necesite cada vez menos complementos artificiales para poder producir.

Es necesario que los políticos se impliquen con regulaciones y ayudas que permitan a los profesionales llevar a cabo el cambio de una manera adecuada, pues la transición no será posible sin hacer inversiones que pueden ser elevadas en muchos casos.