martes, 19 marzo 2024

4 consejos para empezar en el mundo de las inversiones y no perderlo todo

11 enero 2022
Red
Trading

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La teoría para empezar a invertir es relativamente sencilla si se tiene toda la información a la mano. Si bien las decisiones financieras son complejas, la parte técnica también genera dudas sobre cómo siquiera comenzar a invertir.

La teoría para empezar a invertir es relativamente sencilla si se tiene toda la información a la mano. Si bien las decisiones financieras son complejas, la parte técnica también genera dudas sobre cómo siquiera comenzar a invertir.

Tradicionalmente, el trading estuvo destinado a un número reducido de personas dedicadas a adquirir mucha experiencia en el tema. Era muy difícil siquiera pensar en ingresar en el sector, en especial cuando todavía el Internet no facilitaba ni el acceso a la información necesaria ni los medios para invertir.

La democracia del universo de las inversiones vino de la mano con la fácil conexión a Internet. Por ello, un grupo tiene intenciones de ingresar en él y generar algo de dinero con ello. Ahora, en el medio podemos ver adeptos de todo tipo y condición. ¿Pero por dónde hay que empezar?

Aquí no vamos a hablar de consejos para que inviertas en unos productos u otros, sino de pasos generales para empezar a entender la magnitud de la empresa. Recuerda investigar a fondo en páginas como Bolsa24 y libros sobre inversiones, asesorarte con profesionales y controlar tus emociones.

1. Hacer la hoja de ruta de las inversiones

Lo ideal es que se extienda la planificación durante un buen tiempo en el que se vaya a invertir, ya sean unas semanas, meses, trimestres y hasta años. Si no, deberías consolidar al menos las primeras decisiones a tomar para saber qué vas a hacer a continuación, en lugar de quedarte un tiempo sin un camino a seguir.

Los mercados de inversión más estables se dan a lo largo de los años, siendo una buena opción para los usuarios no demasiado experimentados en mercados. Sin embargo, esto requiere de una mentalidad firme y de una planificación consistente durante ese tiempo.

En la hoja de ruta también se tiene que considerar que no todo el dinero ahorrado se debe invertir. Se necesita dejar una parte destinada solo a ello, mientras que otras a un producto seguro y líquido como una cuenta bancaria o un depósito cancelable.

Por otro lado, es tan conveniente como necesario entender que el dinero destinado a inversiones no puede ser el mismo que se necesita para vivir. Dentro de la planificación tienen que considerarse las finanzas personales y familiares, además de un fondo de emergencia suficiente para afrontar una situación incontrolable.

2. Evitar los productos complejos

Al igual que con cualquier otro tema, leer sobre inversiones conlleva aprender una jerga que puede abrumar. En este caso, pronto salen a relucir los tipos de productos en los que colocar el dinero, y es aquí donde muchos tienden a equivocarse. El organismo que regula la inversión en España establece dos categorías: productos complejos y no complejos.

Como su nombre da a entender, los productos complejos están más indicados para personas con experiencia porque pueden tomar decisiones por su propia cuenta, basándose en la comprensión de los mercados y sus mecánicas.

En cambio, los productos no complejos son fáciles de entender para los principiantes. Los más conocidos pueden ser los fondos de inversión, las acciones y los fondos indexados.

Algunas compañías permiten contratar diferentes carteras, compuestas por varios fondos. Inicialmente, suelen hacer un estudio del cliente que ayuda a determinar su perfil de inversor, de manera que se le sugieran carteras modelo con un riesgo acorde a la persona.

3. Pensar siempre en el riesgo

Es fácil pensar en el lado más atractivo de las inversiones, la rentabilidad. En el lado menos agradable y más fácil de omitir está el riesgo. Riesgo y rentabilidad son conceptos que van de la mano, y no pueden verse uno sin el otro: en líneas generales, a mayor riesgo asumido, hay mayor rentabilidad potencial.

Cada inversor tiene la tarea de valorar si prefiere asumir más riesgo con la meta de ganar más dinero, o si prefiere un producto más seguro y potencialmente menos rentable. Para los más novatos, sin duda suele ser una mejor opción asumir menos riesgo al no tener una amplia perspectiva del panorama ni una mentalidad trabajada.

Además, los inversores muy conservadores pueden combinar los productos de inversión de bajo riesgo con productos de ahorro garantizados. Un ejemplo son los plazos fijos, los cuales pagan intereses que ayudan a combatir los efectos de la inflación.

4. Buscar comisiones bajas

El trading se facilitó en gran medida con la llegada de las aplicaciones y páginas de los brókers. Ahora casi cualquier persona puede ingresar a una plataforma regulada que cumpla con todos los permisos para obrar en el país, y comenzar a hacer sus operaciones. Sin embargo, es un poco más complejo de lo que parece.Sí, casi cualquier plataforma de trading va a funcionar, pero siempre debes buscar brókers con comisiones que sean adecuadas a tus planes de inversión. No te servirá de nada tener ganancias de 2 o 3% en microtransacciones cada minuto si las comisiones por operación son iguales a esa diferencia positiva.

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