La pandemia del covid-19 ha trastocado nuestras vidas en todo sentido, en lo laboral, lo personal, lo familiar y lo social, incluso, en nuestra intimidad. Pero, ¿Cómo enfrentamos positivamente estos cambios? y ¿Cómo podemos disfrutar con nuestra pareja del sexo de una manera saludable sin riesgo al contagio?
Aparte de seguir las medidas de salubridad e higiene, ¿Cómo superamos la monotonía y el aburrimiento, causados por el encierro durante el confinamiento, que disminuye el deseo sexual?
¿Cómo ha influido la covid-19 en el sexo y placer?
De acuerdo a la Asociación Mundial de la Salud Sexual, este año se han profundizado los problemas sociales relacionados con la sexualidad, embarazos no deseados, aumento de casos de enfermedades de transmisión sexual y violaciones. Lo que preocupa a las autoridades sanitarias y a las ONG.
Mientras que en el campo de lo privado, el encierro en las casas por las medidas de prevención como la cuarentena y el confinamiento han complejizado los problemas de pareja, que podemos tener, incomunicación, disminución del deseo y del placer sexual.
De acuerdo a un estudio del Instituto Kinsey, en el que encuestaron a 2.000 personas de Estados Unidos y Europa de distintas orientaciones sexuales (entre 18 y 81 años), los resultados indicaron que el 44% vio reducido la calidad de su vida sexual y el 30% sus actividades románticas.
Esto debido al estrés principalmente por el miedo, ansiedad, incertidumbre y preocupaciones por la salud de su familia, la pérdida del empleo y los problemas en la convivencia, que se perciben con mayor intensidad por el confinamiento obligatorio.
No obstante, este tiempo también ha sido la oportunidad para explorar las nuevas formas de vivir la sexualidad como el sexteo, las videollamadas eróticas, la visualización de contenidos pornográficos y el uso de juguetes sexuales.
¿Cómo disfrutar del sexo en tiempos de pandemia?
Debido a la necesidad de estar confinados en casa, hemos tenido que buscar otras maneras de saciar nuestro deseo sexual en caso de no vivir con nuestra pareja o para aumentar la temperatura si hemos observado que la relación se ha enfriado.
De hecho, las empresas de accesorios sexuales a nivel mundial han visto un aumento significativo de sus ganancias. Tal es el caso del succionador de clítoris de la compañía alemana Womanizer, cuyas ventas se triplicaron en el primer trimestre del año, durante el inicio de la pandemia.
Especialmente en los mercados internacionales, en Canadá aumentó en un 135% mientras que en Estados Unidos un 75%. Lo mismo ha sucedido con el fabricante sueco LELO con un incremento en un 30% en los pedidos de sus vibradores y consoladores en el mercado español.
De acuerdo a las recomendaciones de salud pública, se pueden tener relaciones íntimas con medidas de bioseguridad, lavarse las manos antes y después o bañarse, cepillarse y usar enjuague bucal. Si así lo prefieren, utilizar tapabocas y evitar besarse en la boca, especialmente si son nuevas parejas.
Incluso el Ayuntamiento de Nueva York publicó una guía para practicar nuestra sexualidad de forma segura, lavarnos las manos antes y después de masturbarnos e higienizar nuestros juguetes sexuales.
Y si vivimos con nuestra pareja, utilizar el preservativo al momento de tener sexo para prevenir embarazos no deseados y las ETS, cuyos síntomas pueden hacer más complejo el cuadro sintomático de covid-19, en caso de contagiarnos.
Juguetes sexuales en tiempos de coronavirus
Una de las alternativas que se han presentado durante el confinamiento es el uso de juguetes sexuales en pareja para aumentar el deseo sexual. Para la masturbación mutua, los consoladores nos permiten sentir varios multiorgasmos al estimular el clítoris, el Punto G femenino y el Punto P masculino.
A su vez, estos accesorios podemos integrarlos con nuestros juegos sexuales, más allá de la masturbación, por ejemplo al utilizar cosplay sexual, lencería, bailar un striptease a nuestra pareja, ver con ella vídeos pornográficos y atrevernos a retarnos con nuestras fantasías.
Por supuesto, estos consoladores, vibradores y plugs deben ser rigurosamente higienizados de acuerdo a lo señalado en las cajas de los productos. En este aspecto, los fabricantes nos recomiendan untarlos con lubricante a base de agua si se emplean en la zona anal.
Y lavarlos con agua tibia o con el limpiador especial que trae el juguete, secarlos y guardarlos en su estuche en un lugar ventilado. Vale destacar que, nuestros juguetes son de uso personal, no intercambiables. Es preferible que tu pareja tenga el suyo propio.
En caso de no convivir con nuestra pareja, las tecnologías de la información se han convertido en nuestras aliadas. Las videollamadas, el sexteo y el envío de nudes a través de los chats han aumentado las relaciones sexuales a distancia.
Intimidad
Aunque, los sexólogos indican que esta sexualidad activa no garantiza la resolución de problemas que tengamos con nuestra pareja, latentes antes de la pandemia. Falta de comunicación, desconfianza, infidelidades y heridas, que no hemos atendido a tiempo y que se han profundizado en la convivencia.
Mientras que los solteros vivimos varias situaciones y distintos puntos de vista, desde la depresión por la sensación de aislamiento y soledad hasta la sensación de felicidad al enamorarnos gracias a las páginas y apps de citas online.
En este caso, tenemos que sincerarnos acerca de cuáles son nuestras expectativas en la nueva relación y si solo de trata de un romance en tiempos de pandemia. De esta manera, podemos disfrutar de nuestra sexualidad sin culpa, ni ansiedad y evitar decepciones y corazones rotos.
La covid-19 nos ha enseñado a extremar nuestras medidas de higiene y a revisar nuestras relaciones interpersonales, especialmente con la pareja. Esto incluye la vida sexual. Ya sea si convivimos juntos o no, la manera de vivir nuestro propio placer es diferente.
Con ayuda de juguetes sexuales, lencería, sexteo, sexo oral y cunnilingus o con vídeos, todas las herramientas son útiles, siempre y cuando sean prácticas consensuadas.
Por supuesto, es necesario que nos apoyemos en la confianza, la comunicación y el respeto hacia nuestra pareja en ambas direcciones, si deseamos tener una relación sexual y amorosa más íntima y placentera.
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