La decisión de la Delegación de Educación de la Junta de Andalucía en Almería de suprimir el servicio de transporte escolar en el barrio de Retamar, en la capital almeriense, ha generado numerosos problemas a las familias con hijos que residen en la zona.
El colectivo afectado ha remitido un comunicado a los medios de comunicación en el que ponen en su conocimiento los perjuicios ocasionados por esta decisión, adoptada hace ya dos años.
Explican en la nota que la justificación alegada en su día por la Junta de Andalucía era que «nuestro barrio no cumple el art. 3.1 del decreto 287/2009, que regula la prestación gratuita del servicio complementario de transporte escolar».
Añaden que «el servicio está garantizado únicamente para el alumnado que ya era usuario del transporte, y hasta que termine el nivel educativo en curso, no permitiéndose nuevas admisiones».
Una decisión, a juicio de las familias, «incoherente» desde que el momento que muchos de esos niños, usuarios del transporte, tienen hermanos pequeños que se han incorporado al colegio en estos 2 años. El hermano mayor tiene derecho a usar el bus, y al pequeño se le deniega el acceso al transporte, ya que es un servicio a extinguir.

«Las familias llevamos al hermano mayor al transporte y al pequeño lo llevamos en coche al cole», exponen.
Hace 2 años el servicio era usado por unos 200 niños, algunos de ellos ya han finalizado su etapa educativa con lo cual han dejado su plaza libre. «Y ahora vemos cada día cómo autobuses de 50 plazas van al colegio con 15 o 20 niños, y se nos deniega que los niños que lo necesiten puedan ser usuarios hasta que llegue la fecha de su extinción». El coste de llevar autobús con 20 niños es el mismo que llevarlos al completo, «no vale ni un euro mas».
El AMPA y los padres y madres, a título individual, han dirigido varios escritos a Educación, alegando y justificando la necesidad de poder usar las plazas vacías por conciliación, entre otros motivos, y la respuesta es un copia pega, del decreto que regula el servicio. «Hasta ayer han rechazado la idea reunirse con nosotros para buscar soluciones».
Los afectados han conseguido llevar la queja al Parlamento andaluz, «y la respuesta del consejero ha sido también negativa».
«Queremos que nos oigan, que utilicen nuestro dinero de forma coherente, eficiente y que lo aprovechen al máximo, y en nuestro beneficio. Queremos que se sepa que los autobuses tiene plazas libres y no permiten que lo usen niños de 3 y 4 años. Están generando desigualdad hasta en el seno de una misma familia, y tienen un trato discriminatorio con nuestros hijos», concluyen.
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