Medio millar de manifestantes se han congregado primero en la llamada Plaza del Educador de la ciudad de Almería, como no podía ser de otro modo tratándose de profesores de todos los niveles del sistema educativo, para después iniciar una manifestación que ha concluido a las puertas de la Subdelegación del Gobierno. Se ha tratado de la antesala a la huelga de ámbito nacional prevista en el sector para el próximo día 22 de este mes de mayo, incluidas las universidades. Todos los sindicatos representativos en educación han sido los convocantes de esta nueva acción en defensa de la educación Pública, puesta en peligro por parte del Gobierno.
En palabras de José Ginel, secretario general de UGT en Almería, el ejecutivo «está tomando medidas para destruir el prestigio del estado del bienestar y esto es sólo el inicio, por lo que seguimos informando a la gente de todas esas reformas y esperemos que la convocatoria del 22 sea un éxito para que el Gobierno entienda que el sector de la educación no está a favor». Todas las categorías están llamadas a la movilización, «empezando desde infantil y hasta el periodo universitario, porque la reforma realmente les afecta a todos, tanto a los alumnos como a los profesores». Ginel entiende que «hoy motivos más que suficientes para que toda la sociedad en general apoye las movilizaciones en materia educativa».
Por su parte, la Central Sindical Independiente y de Funcionarios, CSIF Almería, ha querido poner de manifiesto públicamente su frontal y absoluto rechazo a los recortes presupuestarios en materia educativa anunciados por el Gobierno Central porque van a afectar de forma directa e irremediable a la calidad del sistema educativo y van a endurecer aún más si cabe las condiciones laborales del profesorado. Desde este sindicato se entienden desproporcionadas e injustificadas estas nuevas medidas publicadas en el Real Decreto Ley 14/2012, de 20 de abril, de racionalización del gasto público en el ámbito educativo, porque detrás de ellas puede ocultarse un cambio de modelo en este sector.
Asimismo, CSIF ha rechazado que se adopten medidas unilaterales con el único propósito de reducir gastos en aquellos aspectos muy sensibles, ya que los recortes anunciados van directamente al centro neurálgico de la educación, como aumentar ratios y la jornada lectiva del profesorado, disminuir las plantillas, reducir la oferta educativa, acabar con los programas de atención a la diversidad. Para el sindicato, las consecuencias de los recortes anunciados pueden suponer un efecto nefasto para los intereses de la sociedad española, que verán cómo los niveles educativos retroceden treinta años, hipotecando el futuro de los ciudadanos en su formación integral. Según Eugenia Siles, presidenta del Sector Enseñanza de CSIF Almería, «nuestro camino va una vez más en dirección contraria al de los países de nuestro entorno, lo que supondrá retrasar la salida de la crisis y un verdadero problema para la formación de las generaciones futuras”.
Hay en educación por tanto, como en sanidad, unidad de acción sindical, lo que con ironía se ha explicado así por parte de José Ginel: «hay que felicitar al Partido Popular, que nunca nadie había sido capaz de unirnos a todos; que se dé por bien hecho que todos los sindicatos, asociaciones de padres y de alumnos también estén en estas movilizaciones, ya que es un problema de todos y por parte nuestra estamos satisfechos de que todos en su conjunto estemos peleando por la educación pública».