En estos días de compras navideñas, el Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) hace un llamamiento a la responsabilidad de la sociedad en el consumo de juegos, e insta a regalar a niños y niñas juguetes que no fomenten ni la violencia ni el sexismo, sino la igualdad y la cooperación, ya que, recuerda, «a través del juego se aprenden roles y actitudes sociales que más tarde se consolidan en la juventud».
Para concienciar de ello, el IAM adelantaba la Campaña del Juego y el Juguete No Sexista, no Violento, y la hizo coincidir con la del 25 de Noviembre, ambas bajo el lema La violencia no es un juego, y que se han lanzado durante los dos últimos meses en los centros educativos andaluces, la primera para incentivar el consumo responsable de juegos y juguetes entre familias y profesorado y la segunda para sensibilizar a la comunidad escolar en la prevención y lucha contra la violencia de género.
Ambas campañas coeducativas, junto a la campaña general contra la Violencia de Género, han querido poner este año el acento en la población más joven, donde tendría que estar arraigada la igualdad y, sin embargo, se ha detectado un auge de la violencia y del sexismo, muchas veces fomentado, en la infancia, por los juegos y juguetes agresivos o, en la adolescencia, por una industria cinematográfica y cultural con prejuicios sexistas y “un peligroso concepto del amor”.
Ello contribuye a la reproducción de roles sexistas que se reflejan posteriormente en las estadísticas. Así, según el estudio Detecta, un elevado porcentaje de adolescentes (el 70% de ellos y el 60% de ellas) ve la realidad de manera sexista; más del 50% considera que el amor implica posesión y exclusividad; hasta un 60% está de acuerdo o muy de acuerdo con que en la pareja, lo normal es que el hombre proteja a la mujer y un 61,2% de los chicos y un 41,7% de las chicas cree que los celos son una prueba de amor.
Junto a ello, el IAM recuerda que en los últimos años se está registrando un progresivo y alarmante aumento de los casos de violencia de género en parejas jóvenes, por lo que insiste en la necesidad de cambiar los modelos culturales y de ocio para prevenir la violencia y fomentar las relaciones igualitarias.
La campaña del juguete no sexista surgió hace 17 años, fruto de la experiencia vivida en las localidades por el personal de los Centros de la Mujer, que solían orientar sobre consumo y género ante la llegada de las fechas navideñas. Ante el interés mostrado por muchos centros educativos, el IAM promovió esta campaña, basada en la importancia de transmitir valores a través de juegos y juguetes que no tengan género, que fomenten el respeto, la corresponsabilidad y la igualdad.