viernes, 8 diciembre 2023

El discurso oral, el gran olvidado del sistema educativo español

4 julio 2012
La Cañada
Luis Cortés UAL

Luis Cortes, catedrático de Filología de la UAL

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El catedrático de Filología, Luis Cortes, defiende la importancia de enseñar a los alumnos y alumnas a hablar en público o a expresarse oralmente con seguridad

El catedrático de Filología de la Universidad de Almería, Luis Cortés, cree que existe una laguna muy preocupante dentro del sistema educativo en España. A los estudiantes se les enseña la Lengua Española desde un punto de vista sintáctico, ortográfico, morfológico, semántico o fonético. Se olvida, por completo, enseñar a los alumnos y alumnas a hablar en público o a expresarse oralmente. Esta laguna les condicionará durante toda su vida académica y personal. Para muchas personas supone un auténtico desafío enfrentarse al miedo escénico de hablar en público; defender ante un tribunal un trabajo fin de carrera, máster, tesis doctoral o realizar una entrevista laboral.

En el Curso de Verano ELE de Español como Lengua Extranjera, el catedrático de Filología de la UAL, ha hecho referencia a los planes de estudio diseñados por las autoridades educativas y publicados en los boletines oficiales, en los que se especifica el objetivo de “incrementar las destrezas del lenguaje del alumno”. Pero ahí queda todo, en la teoría. Después nadie se preocupa de enseñar oratoria ni a incrementar dichas destrezas.

A modo de ejemplo, ha proyectado dos vídeos de sendas entrevistas a personajes mediáticos: un futbolista y un torero. El primero utilizaba con demasiada frecuencia muletillas del tipo la verdad es que…, porque, etc. El segundo, el torero, quería ofrecer una imagen pseudoculta y para ello utilizaba otras fórmulas como los silencios, pausas, reiteraciones, etc. Esta imagen se desvanecía, un poco, cuando se denotaba falta de fluidez en su discurso y lo limitado de su léxico.

Cortés ha criticado la tendencia actual -muy arraigada entre la población juvenil-, de incluir en sus conversaciones muletillas del tipo ¿vale? o ¿entiendes?, que expresan el desprecio más absoluto hacia la capacidad intelectual de sus interlocutores.