Reivindican desde el inicio del curso escolar 2020-21 unas aulas seguras que respeten la distancia de 1,5 metros entre los estudiantes y constituyan entornos de seguridad para evitar contagios de coronavirus en el seno de la comunidad escolar.
El pasado 15 de septiembre, una huelga indefinida convocada por Docentes por la Pública en los centros educativos andaluces movilizaba a padres y madres, alumnado y profesorado de colegios e institutos para exigir una escuela pública segura.
Aulas con el espacio requerido por el protocolo anticovid como principal reivindicación. Una situación de indefensión de la que aseguran ser víctimas los docentes y que ha sido fuente de inspiración de Docentes por la Pública en la creación y edición de un cortometraje que combina reivindicación y sentido del humor.
Para ello, el sindicato propuso a los docentes que cogieran su teléfono, boina, si la tuvieran, camisa roja si la hubiese y se dispusieran a preguntar por Delegación o Consejería, «edificios que han cerrado sus puertas si no es con cita previa».
El resultado es un corto titulado: ¿Está el delegado? Que se ponga. Gila y su teléfono son la verdadera imagen de una incomunicación entre la comunidad escolar y las instituciones administrativas, consejería y sus delegaciones. Contraste entre unos edificios bunkerizados, los administrativos y otros desatendidos, desbordados por la tradicional masificación, que este año resulta con la pandemia más criminal que nunca, de los centros escolares.
Además de viñetas y cortometrajes, asambleas, fotos, denuncias y desnudos como muestra de fragilidad, la lucha del sindicato Docentes por la Pública pasa por mantener su convocatoria de huelga y exigir a la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía una política y gestión de la escuela pública, transparente y responsable con los derechos de la comunidad educativa.
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