No había mejor manera de terminar con la psicosis. El fondo sur, en el que murió hace dos semanas Francisco, el aficionado homenajeado en los prolegómenos del encuentro, había visto escapar demasiados puntos en lo que va de temporada. Los goles en contra «in extremis» en varios partidos en esa portería han supuesto una merma importante en la cuenta de un Almería que podría ocupar el liderato holgadamente de no haber entrado esos balones. Pero la historia cambió el sábado y en el minuto 103 del encuentro frente al Córdoba, en tiempo añadido sobre la extensión de 12 minutos por el apagón eléctrico del comienzo de la segunda parte, de uno se paso a sumar tres puntos con los que nadie contaba.
Y es que la suerte se alió con los de Alcaraz, que cuando peor estaban se encontraron con un regalo de la zaga cordobesista, que dejó un balón de cara a Corona a puerta vacía. El talaverano, tan poco entonado tras la reanudación como casi todos sus compañeros, aprovechó el presente y marcó el empate en medio del dominio casi total que mantenía el equipo de Paco Jémez. Para ese momento ya había entrado al terreno de juego el que a la postre sería el héroe, Juanma Ortiz, que empezó su nueva historia en el Almería tras la miniaventura escocesa recordando lo importante de su polivalencia y ocupando el lateral izquierdo. Pero fue su pierna derecha la que efectuó un golpeo seco y violento al esférico en el rechace tras la salida del último saque de esquina del choque. El balón impactó en la parte inferior del larguero de la meta defendida por Alberto y después se alojó en las mallas.
Así las cosas, a la Unión no le sirvió de nada ser superior al Córdoba en la primea mitad, puesto que se fue perdiendo al descanso tras el golazo de Borja García en el minuto 40, y sin embargo remontó cuando nadie se lo esperaba en virtud de lo desdibujado del juego rojiblanco. Los de la ciudad de los califas llegaban con claridad ydominaron claramente la zona ancha del terreno de juego hasta el punto de que casi no volvieron a tocar la pelota el goleador Ulloa ni su lugarteniente Goitom. Los aficionados que retaron al frío desde la grada no se lo creían, pero lo que al final cuenta es el 2 a 1 a favor, los 42 puntos en la clasificación, los 5 de colchón con los puestos de fuera de promoción de ascenso y la imbatibilidad en este año 2012.