Sin estar en su mejor momento desde que llegara a la UD Almería, el delantero argentino ha pasado de ser el pichichi de la pasada Liga Adelante a ser suplente, después volver a ocupar la titularidad, y una vez más regresar al banquillo ante la racha de Charles. Se ha sincerado al respecto cuanto ha podido: «lujo no sé si es, a mí no me gusta mucho, yo quiero estar, quiero jugar y sentirme importante». Es algo que no depende de él, ya que ha dicho que en sus manos «está trabajar, intentar hacer las cosas bien y demostrar que puedo estar ahí; yo con Charles puedo jugar, con Fernando puedo jugar, intento adaptarme y jugar; eso no está en mis manos, el que lo maneja es el míster y él sabrá o querrá que lo mejor es que yo esté en el banquillo o que Fernando y Charles son los que mejor están y están para jugar».
No le cabe otra que respetarlo y «seguir trabajando», confiando en que «en algún momento llegará y espero demostrar que puedo jugar». Ante la pregunta de si ya ha hecho la demostración, ha lanzado una andanada de medio alcance: «eso para gustos los colores y el míster es el que elige, juegan once y es lo que hay; yo tengo que aguantar, entrenar bien e intentar demostrarle que estoy para jugar y nada más; si él no lo ve así, hay que preguntárselo a él, no a mí; intento hacer las cosas bien e intento de estar en el once, si no me pone es cosa de él y no mía». Con todo, y con los rumores sobre su marcha una vez que su permanencia en el equipo sonó a forzada a principios de temporada, intenta hablar con naturalidad de la próxima cita de los rojiblancos, ante la que la motivación viene de serie: «la necesitábamos más la semana pasada, porque ahora ya sabemos lo que nos jugamos, ya sabemos el rival, así que es un partido muy bonito, pero tenemos que cambiar varios aspectos para poder sacarlo adelante».
Él sí considera que les vienen mejor «estos partidos a nosotros y fuera de casa estamos haciendo bien las cosas, esperemos seguir en buena línea y traer los tres puntos». Y es que es cierto que jugar contra el líder, que lo es por algo, siempre es atractivo, y se puede esperar un gran choque: «un Elche muy fuerte, que juega muy bien, que de mitad de la cancha hacia arriba tiene muchísima fuerza, mucho potencial y mucha pegada e intentaremos estar bien centrados atrás y hacer daño, ser profundos, hacerle daño en cada contra, en cada jugada que podamos enhebrar para que ellos lo puedan sentir». En cuanto a la parte que más le afecta, la de la línea de zagueros con la que se va a medir, cree que «defienden muy bien, atrás se juntan mucho y cuesta entrarles, pero tendremos que romper esa línea para poder hacerle daño y traer los tres puntos». Son eficaces arriba y de hecho «el Elche está viviendo de ello también, se hace fuerte detrás y de mitad de cancha hacia arriba tiene muchísima pegada y cada vez que llega por un jugador o por otro y siempre termina conquistando los partidos por 1-0 ó 0-1».
El Almería va a poder contar con todos los que se habían quedado fuera por las bajas, y «el único que falta es Pelle, pero el resto están todos dentro y eso es bueno para el míster y para el equipo porque tiene donde elegir y elegirá a los que están mejor para poder afrontar un partido que va a ser muy difícil y esperemos sacarlo adelante». La fórmula para lograr el triunfo no es sencilla, ya que «el Elche con los equipos de arriba ha ganado por la mínima porque ha estado muy concentrado y no ha encajado goles». Por ello entiende que «va a ser muy difícil». Usa como muestra el partido contra el Villarreal, «y le costó mucho entrarle, casi no le hacen ocasiones de peligro y es un rival que está muy concentrado y muy duro de batir; habrá que luchar bastante e intentar batir una defensa que realmente está muy bien».
Ante el empuje de los de atrás, pero con la vista puesta en el de arriba, no quiere ir más allá del próximo domingo, y por ello no ha entrado en valorar que después tendrán delante al Girona y al Villarreal: «lo que nosotros estamos pensando es en sacar nuestros partidos, y ahora nos toca el Elche». Su necesidad está clara, y no es otro que la de «sacar los tres partidos para alejarnos de los de abajo». La emoción está servida, y no tiene dudas al afirmar que «va a ser un partido muy importante, porque es el primero, para recortarle puntos, y seguir estando ahí, pero a estas alturas no es el partido definitivo ni decisivo, ni nada de eso; más que nada son las sensaciones, más que los puntos que puedas recortar o ganar». En el lado contrario, si se pierde son ocho puntos, pero insiste en que «son las sensaciones que te deje el partido en si, de cómo lo plantees o cómo lo juegues, y más que nada después de haber perdido con el Lugo en casa».