El Almería se lleva los ansiados tres puntos de Vigo en un partido que se ha desarrollado como el nuevo técnico almeriense quería. Solidez defensiva y salidas rápidas. Hay que decir que el plan ha salido bien en la primera parte.
El equipo ha presionado sin dejar espacios al Celta, cortando los pasillos interiores. Solo Orellana era capaz de percutir por la derecha. Cuando no se jugaba a nada, Édgar tras galopada, ha hecho varias a lo largo del partido, ha puesto un buen centro al área y un error garrafal de Fontás ha propiciado que Hemed remachase en la línea de gol el primer y único tanto del partido.
La segunda parte se le ha hecho muy larga al Almería. El Celta ha entrado por las bandas con facilidad, encontrando las triangulaciones en el centro del campo y llegando una y otra vez al área. Thomas y Corona se multiplicaban para tapar espacios mientras emergía la figura de Julián Cuesta. El guardameta se ha crecido en su debut liguero. Sobre todo cuando Zongo ha derribado a Orellana dentro del área. Si hace una semana Verza fallaba un penalti que podía haber cambiado el rumbo del encuentro frente al Real Madrid, en esta ocasión ha sucedido exactamente lo contrario. Una estirada formidable de Cuesta sobre el lanzamiento de Nolito ha dado los tres puntos al Almería. El portero ha estado muy seguro por alto y rápido en los desplazamientos.
Sufrimiento, sacrificio, esfuerzo defensivo y (mucha) suerte han llevado a la victoria al equipo rojiblanco que ha perdido partidos en el último mes jugando mucho mejor de lo que lo ha hecho en Vigo. Pero lo imprescindible son los puntos. Tres para Almería.