El Almería ha hecho un buen partido a pesar de lo que dice el resultado. Miguel Rivera tenía un plan y sus jugadores lo han ejecutado a la perfección hasta que las fuerzas han acompañado.
Como empieza a ser habitual en los primeros instantes ya pasan cosas en los partidos de la UDA. En el minuto 2 pudieron marcar Soriano y Dubarbier en una doble ocasión en el área visitante. Una de las claves de esa estrategia era la posición de Navarro en el eje de la defensa para intentar parar a los velocistas del Madrid. Michel se situaba en la derecha y Vélez en la izquierda. No ha estado cómodo el conjunto de Ancelotti en la primera media hora. Pero entre otras muchas cosas, lo que marca la diferencia entre los dos equipos es la calidad. Isco, hasta ese momento bastante perdido, controló un balón con clase y tras amagar puso la pelota en la red aprovechando el guante que tiene en el pie derecho. Tan solo cinco minutos después Verza enganchó un balón fuera del área para hacer un gran tanto y premiar el esfuerzo local con el empate.
El Madrid no estaba haciendo el mejor partido que se le recuerda pero apareció el talento de Kross que la puso perfecta para que Bale, libre de marca, en uno de los pocos desajustes defensivos de toda la primera mitad, rematase al fondo de la portería de Rubén.
En la segunda parte el conjunto local (que era el Almería por si la celebración de los goles de parte del estadio despista) redobló la apuesta y se lanzó hacia arriba buscando el empate. El riesgo era enorme al dejar mucho espacio a la espalda de la defensa. Mal enemigo el conjunto blanco para jugar al intercambio de golpes. Pero la valentía de la UDA encontró recompensa en una internada de Dubarbier. Marcelo, tan bueno en ataque como disperso en defensa, derribó al rojiblanco dentro del área. Verza lanzó la pena máxima y Casillas adivinó el tiro. En ese momento se acabó el partido para el Almería. Apareció el cansancio y lo que parecía posible se tornó en un reto inalcanzable. Cada vez más espacios para los lanzadores y velocistas merengues. Cristiano en dos ocasiones cerró el partido.
Juan Ignacio Martinez, que tomó nota desde el palco de lo acontecido, se pone al frente de un equipo que compite hasta donde la energía y la calidad le llega.
